Cuantos más datos conocemos de la parcela de la «Semana negra» más nos horrorizamos. El Ayuntamiento de Gijón ha de devolverla a la Universidad de Oviedo y la sentencia que así lo dicta habla de falta de buena fe jurídica por parte de la anterior municipalidad. Una mala fe que además suma unos 5,5 millones de euros en gastos, alrededor de 900 millones de las antiguas pesetas. Casi nada.

Resulta que la parcela de autos, al igual que otras de la antigua Fundación José Antonio Girón -la que creó la Universidad Laboral- ya había estado en disputa quince años atrás, cuando el Ayuntamiento de Álvarez Areces se la anexionó, pero rectificó poco después, en 1995. Quedó entonces claro que era de la Universidad.

Pero por si ésta fuera poca prueba de la propiedad de la finca, sucedió después que el Ayuntamiento sabía que figuraba entre los terrenos universitarios porque se encargó en 2001 de su limpieza mediante un convenio con la Universidad. Y un dato más, para alcanzar el nivel de rechifla total: en febrero de 2009, al mismo tiempo que negociaba con el Principado sobre la parcela de marras, el Ayuntamiento expropiaba a la Universidad un trozo de ella para trazar la avenida de Albert Einstein.

Por tanto, de «notoria negligencia» califica la sentencia que el Ayuntamiento anterior no tuviera bien claro que la parcela que compraba al Principado era de la Universidad de Oviedo.

Hasta aquí, la vergüenza municipal. Y ahora, les «perres». Primero, se permuta la finca por otras municipales, valoradas en 2,8 millones de euros. Segundo, el proyecto de adecuación se eleva a 1.426.835,83 euros. Tercero, la electrificación asciende a 334.344,56 euros. Y cuarto, 800.000 euros para asfaltado

Total, unos 5,5 millones de euros como colofón dinerario a la ausencia de buena fe. Es decir, un comportamiento realmente brutal.