Se hace casi imposible escribir sobre el sainete que protagonizan en la Junta los dos partidos de la derecha porque, como la realidad está superando constantemente la ficción, todo aquello que pueda publicarse corre grave riesgo de quedar obsoleto al instante. El anuncio de acuerdo entre PP y Foro para ir de la manita al pleno de investidura, omitiendo la identidad del candidato a presidir el gobierno, resultaba de notable comicidad. En resumidas cuentas, ambas formaciones estaban de acuerdo en todo menos en lo importante: la presidencia.

En la otra orilla, las cosas parecen más sosegadas, a la espera de que el señor Prendes termine de deshojar la margarita. Entre PSOE e IU no suele haber problemas a la hora de pactar. La coalición, revistiendo sus exigencias con las bellas telas de los derechos sociales y la solidaridad, por lo bajini siempre ha condicionado sus apoyos al ingreso a chorro en la administración regional de un generoso pelotón de afiliados que, con sus nuevas nóminas, contribuyan al sostenimiento económico de IU. Si el PSOE garantiza abundancia de cargos a su socio minoritario, no habrá problemas. Otra cosa será la cohabitación con el incómodo pasajero de UPyD, al que más vale tratar con cariño si se pretende disfrutar de una cierta estabilidad política, que ya va siendo hora.

La sorpresiva y unilateral postulación de Cherines para liderar el pacto Foro-PP nos dejó a todos perplejos, pues nadie entiende un acuerdo que posterga a Cascos a un papel de comparsa. O mucho nos equivocamos o no es Cascos un tipo apto para el rol secundario. Y, de asumirlo, ¿cuánto tiempo aguantaría? El margen podría estar entre poco y nada. En consecuencia, las negociaciones hacen aguas, pues ninguna de las partes cede y, a falta de uno, la derecha presentará dos candidatos: Cascos y Cherines. Garantía de fracaso.

Ahora, Asturias en ascuas. Del disputado voto del señor Cayo, también conocido como Prendes, depende todo. Parece improbable que apoye a una derecha dividida y peleada, que sigue la necia estrategia de «tuerto con tal de que tú quedes ciego». Y si la derecha no gobierna ni Cascos preside, la desaparición de Foro y el destierro de su líder serán inevitables.