Al parecer, como el cierre de empresas y la aparición de nuevas formaciones sindicales les han hecho perder en los últimos años delegados a porrillo, pese a que aún mantienen su hegemonía, CC OO y UGT de la Comunidad Valenciana, con el fin de captar nuevos parroquianos, se han lanzado a ofrecer una novedosa y amplia cartera de «servicios a la afiliación», lo que incluye a los familiares en primer grado (pero no a amantes, y menos aún si son fogosos/as, sea en grados Kelvin, Celsius o centígrados).

En definitiva, que Toxo y Méndez, o sus lugartenientes del ramo esteticién y de todo a cien, ofrecen al nuevo seguidor sugestivas ofertas que rompen de cuajo con las viejas campañas de afiliación a base de poner a caldo al capital explotador, la burguesía monopolista y la oligarquía financiera internacional. Nada de eso. Lo que pita ahora, por lo visto, es tentar al público ofreciéndole que, aparte de afiliarse, por el mismo precio o similar puede afilarse.

Por ejemplo, la oferta más última de lo último oscila entre descuentos para tratamientos de implante de bótox o rebajas en depilación láser y hasta fotodepilación. ¿Un sacrilegio? Para nada. En un catálogo editado por UGT se explica, por ejemplo, que «sabemos que en la mayoría de los casos la entrada al sindicato se origina por problemas laborales, y que nuestra razón de ser es la defensa de los trabajadores y trabajadoras. No obstante, hoy en día las grandes organizaciones, cada vez más, deben tratar de responder a las inquietudes de todos sus representados y representadas».

En una palabra: que el asunto es elevar la masa social a cualquier precio (o mejor: al último precio) y, en concreto, bajando y afinando la masa corporal, lo que incluye fotodepilación, reducción o reafirmación corporal y facial y hasta tratamientos de bótox o sesiones de spa en lujosos complejos de golf con descuentos que rondan hasta el 15 o el 20%.

¿Alguien da más? Lo dudo. Así que ya te digo: nada de sindicatos. A partir de ahora, a UGT y CC OO va a haber que conocerlos, más bien, como los «cindycrawford». Y en vez de darle un carné, para identificar al personal, que a cada nuevo afiliado le planten o implanten sobre el labio, y sin coste añadido, un lunar.

Al parecer, como el cierre de empresas y la aparición de nuevas formaciones sindicales les han hecho perder en los últimos años delegados a porrillo, pese a que aún mantienen su hegemonía, CC OO y UGT de la Comunidad Valenciana, con el fin de captar nuevos parroquianos, se han lanzado a ofrecer una novedosa y amplia cartera de «servicios a la afiliación», lo que incluye a los familiares en primer grado (pero no a amantes, y menos aún si son fogosos/as, sea en grados Kelvin, Celsius o centígrados).

En definitiva, que Toxo y Méndez, o sus lugartenientes del ramo esteticién y de todo a cien, ofrecen al nuevo seguidor sugestivas ofertas que rompen de cuajo con las viejas campañas de afiliación a base de poner a caldo al capital explotador, la burguesía monopolista y la oligarquía financiera internacional. Nada de eso. Lo que pita ahora, por lo visto, es tentar al público ofreciéndole que, aparte de afiliarse, por el mismo precio o similar puede afilarse.

Por ejemplo, la oferta más última de lo último oscila entre descuentos para tratamientos de implante de bótox o rebajas en depilación láser y hasta fotodepilación. ¿Un sacrilegio? Para nada. En un catálogo editado por UGT se explica, por ejemplo, que «sabemos que en la mayoría de los casos la entrada al sindicato se origina por problemas laborales, y que nuestra razón de ser es la defensa de los trabajadores y trabajadoras. No obstante, hoy en día las grandes organizaciones, cada vez más, deben tratar de responder a las inquietudes de todos sus representados y representadas».

En una palabra: que el asunto es elevar la masa social a cualquier precio (o mejor: al último precio) y, en concreto, bajando y afinando la masa corporal, lo que incluye fotodepilación, reducción o reafirmación corporal y facial y hasta tratamientos de bótox o sesiones de spa en lujosos complejos de golf con descuentos que rondan hasta el 15 o el 20%.

¿Alguien da más? Lo dudo. Así que ya te digo: nada de sindicatos. A partir de ahora, a UGT y CC OO va a haber que conocerlos, más bien, como los «cindycrawford». Y en vez de darle un carné, para identificar al personal, que a cada nuevo afiliado le planten o implanten sobre el labio, y sin coste añadido, un lunar.