La Autoridad Portuaria acaba de hacer uso de una doctrina muy querida por Cascos, o por su entorno, aunque nos inclinamos a pensar que es más bien de cuño propio del ex ministro, ya que durante los tiempos en los que su tarea era la de tener firme al PP y elaborar la oposición cruda al PSOE, solía utilizar ya la expresión «campañas goebbelsianas», en referencia a aquel hombrecillo cojo y presumido que se encaprichaba con las actrices españolas que trabajaban para la UFA, la productora del Tercer Reich. Pero llegado el momento, Goebbels decidió dejar este mundo en compañía de toda su familia, de modo que en el búnker de Hitler hartó de cianuro a sus hijos y después pidió a un SS que les suministrara sendos disparos a él y a su esposa. Una tragedia. Pero por lo que Goebbels pasó a la historia fue por montar la propaganda nazi, cuyo final fue tan patético como el suyo propio, es decir, la radio y los altavoces en las calles de Berlín repetían y repetían que el III Reich estaba más triunfante que nunca -y que iba a ser el Reich de los 1.000 años-, mientras la artillería rusa y los bombardeos angloamericanos reducían la ciudad a cenizas. Pues bien, la Autoridad Portuaria sostiene que PSOE e IU han montado una batería de altavoces y no paran de repetir que la subida de tasas del puerto hundirá a esta región. La verdad es que la situación, así, en su conjunto es para reír por no llorar. A estas alturas, si no es el Gobierno central el que está hablando directamente con Arcelor-Mittal -por las muchas pegas que pone el empresario indio, portuarias aparte-, sería como para que nos pegásemos un tiro, a lo Goebbels. Por otra parte, enseñanzas bélicas como estas que nos transmite la Autoridad Portuaria resultan muy ilustrativas. Por ejemplo, servirían para explicar otro día por qué cada vez que IU oye hablar del Club de Regatas se pone frenética.