Había sido anunciada una ciclogénesis explosiva, un tormentón, que procedente de la Gran Bretaña iba a barrer el territorio asturiano. No ha sido para tanto, así que ya le vamos perdiendo el miedo a que se pronostiquen ciclogénesis o elementos meteorológicos por el estilo. Da la impresión de que los organismos que predicen los fenómenos climáticos propenden desde hace unos años a pronosticar cosas muy gordas, para que luego no les echen la culpa de no avisar a tiempo. En todo esto debe de existir una conjunción muy interesante entre dichos organismos y las entidades aseguradoras, pero esto es únicamente una sospecha maliciosa que habría de ser analizada con detenimiento.

Cuestiones climáticas aparte, vamos a ver lo que está sucediendo con la ciclogénesis política asturiana, que también es una constante a la que nos estamos habituando con creciente indiferencia por parte del pueblo soberano.

La última ciclogénesis de marras ha sido la del supuesto acuerdo entre Foro y el PP, que al final se ha decantado en que cada partido de la derecha presentará a su candidato a la Presidencia: Álvarez-Cascos y Mercedes Fernández, respectivamente. Es decir, un acuerdo que a la hora de la verdad es metafísicamente imposible.

No obstante, de cara a la constitución, mañana, de la Junta General del Principado y a la elección de su Mesa presidencial, UPyD ha planteado un paréntesis puramente aritmético, a saber, que los cinco partidos tengan asiento en el orden correspondiente a su número de votantes: presidencia para el PSOE, vicepresidencias para Foro y el PP y secretarías para IU y la propia UPyD. Éste sería un procedimiento muy tranquilito en medio de las incertidumbres y, a la postre, dejaría las cosas como están. No obstante, si se operara ya la ruptura posible entre Foro y el PP, los populares se quedarían probablemente fuera de la Mesa, ya que el PSOE e IU se apoyan mutuamente, Foro tiene votos para una silla y UPyD podría recibir respaldo de los socialistas. Por tanto, ¿habrá ciclogénesis de la derecha o paréntesis?