De las primeras impresiones que uno saca de un viaje a la India, la aglomeración ingente de basura en las calles acaba por convertirse en un auténtico souvenir. Y si se desplaza a Benarés, es posible que pueda asombrarse todavía con el espectáculo de los cuerpos sumergiéndose en las apestosas aguas de ese orinal gigantesco que es el Ganges, adonde va a parar todo tipo de inmundicias. Esto lo sé, como otras tantas cosas de esta vida, porque lo he leído o me lo han contado, ya que nunca estuve allí.

En Asia, al igual que en África, donde el olor a fruta podrida es el perfume local, existe una costumbre arraigada de convivir con la basura. También sucede en muchísimos lugares de Sudamérica e incluso en Europa, donde la mala gestión de los residuos se traduce a veces en montañas de plásticos, cartones y restos de comida. El hombre, de hecho, es él y lo que desperdicia.

Pero el grave problema internacional de los residuos tiene ahora su solución en el fútbol, según Miquel Silvestre, un registrador de la propiedad que se dedica a dar la vuelta al mundo en moto. Silvestre cree que, por su influencia en la opinión pública, las palabras de Cristiano Ronaldo o Messi pesan más que lo que pudiera decir la ONU, por ejemplo.

La conclusión es que el planeta, además de estar peligrosamente contaminado por las toneladas de mierda que los asiáticos arrojan a las calles, lo está igualmente por el influjo futbolístico. Sin embargo, no todo está perdido; Silvestre sostiene, al mismo tiempo, que si los venerados futbolistas, respetados en todas las culturas y religiones, se dedicaran antes de los partidos a transmitir mensajes promocionales explicándoles a sus devotos que la basura es mala, el planeta estaría limpio en cuestión de meses.

Esto nos llevaría a que el fútbol, siendo el problema, puede llegar a convertirse en la solución. De ser entre las cosas menos importantes la que más importa, podría devenir en un instrumento para salvar de la cochambre a esa Asia que nace y muere entre basura. Sólo habría que instruir convenientemente a Cristiano y a Messi. Y esperar sentados...