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El Big Data: una gran oportunidad

El aprovechamiento de la documentación facilitada por las nuevas tecnologías

Cada segundo sensores, tabletas, teléfonos y sistemas inteligentes generan cantidades de datos que crecen exponencialmente. Actualmente, la mayoría de los datos almacenados por las nuevas tecnologías no tienen más de dos años. Muchos de estos datos no se procesan porque los sistemas tradicionales de computación no son capaces de procesarlos y muchas empresas no tienen una solución unificada para recogerlos y analizarlos.

Estos datos son una oportunidad de negocio millonaria para la mayoría de las empresas. Saber recoger y utilizar grandes cantidades de datos permite a las empresas tomar mejores decisiones y ser más competitivas: esto es el Big Data.

Big Data es una oportunidad para todos los sectores, en especial para el Gobierno, la sanidad, la educación, el turismo, la energía, etcétera. La actual tendencia es que todos los objetos estén conectados a internet generando datos. Imagínense que pudiéramos conectar todas las bombillas de España a internet y en cada segundo se pudiera analizar cuántas bombillas hay encendidas, de qué tipo son, cuánto consume cada una y dónde están para poder controlarlas inteligentemente. Explotar estos datos en tiempo real generaría unos ahorros en energía y planificación millonarios.

El Big Data es una gran oportunidad para la inversión y creación de empleos de calidad. Según International Data Corporation, el gasto en el sector en 2016 será de 70.000 millones de dólares, lo que supone un crecimiento del 14% anual. De la misma manera, según Gartner, en 2015 Big Data creará 4,4 millones de empleos en todo el mundo.

El inconveniente hasta ahora del Big Data era que requería de una gran inversión para lograr la capacidad de computación necesaria. Sin embargo, gracias al "cloud computing" ("computación en la nube"), este problema ha desaparecido. El "cloud computing", como servicio, permite que cualquiera pueda acceder a centros de datos repartidos por todo el mundo con un sistema de pago por uso.

El mayor reto para la inversión en Big Data es disponer de personas adecuadas y formadas para ejecutar estos proyectos y convertir una gran cantidad de datos en decisiones, estrategias y mejores experiencias para los consumidores. Asturias tiene la cantera adecuada para realizar este tipo de proyectos y debería apostar por sus grandes valores, como el Centro Europeo de Soft Computing de Mieres y la Escuela Politécnica de Gijón.

Big Data también es una parte importante de las ciudades inteligentes o "smart cities". Santander está a la cabeza de Europa en estas tecnologías y ha invertido en 12.000 sensores para la ciudad que están por el asfalto, en las luces de las calles o en los techos de los autobuses. Con todos estos sensores pueden saber qué contenedores de basura están llenos, qué aparcamientos en la calle están ocupados o qué luces necesitan repararse en cada momento. Analizando adecuadamente los datos se consigue una ciudad mejor y más eficiente. Invertir en una tecnología diferenciadora para ser la primera en el mercado es lo que ha permitido a Santander ahorrar un 25% de las facturas eléctricas, además de tener el conocimiento para exportar la implantación de estas tecnologías a otras ciudades. La mayor ventaja es que gracias a esta iniciativa han surgido muchísimas ideas para seguir mejorando la ciudad.

Tener la información adecuada es la clave para un futuro sostenible. Como dijo Benjamin Franklin, "invertir en conocimientos produce siempre los mejores beneficios". En definitiva, los datos nunca mienten, y tomar decisiones basadas en los datos nos aleja de la especulación.

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