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El HUCA, un buque que hace agua

El silencio suicida de los diputados del centro-derecha en la Junta

Es el náutico titular de LA NUEVA ESPAÑA para informar de una tormenta propia del verano que había inundado parte del HUCA, hospital que, como es sabido por todos los asturianos, costó el doble de lo presupuestado. Aunque varios quirófanos fueron inundados, afortunadamente no hubo desgracias personales. También nos informan de que "Un canalón sin sellar por el que se filtró la lluvia causó la inundación del Hospital". Muchos asturianos vimos en televisión el diluvio que invadió el HUCA. Según el señor consejero de Sanidad: "Se harán las actuaciones precisas para que no haya más goteras". Sin duda el señor consejero no vio las citadas imágenes. Deseamos que también sea una gotera la aparición de pulgas en los vestuarios y que los robots que reparten comida, ropa y medicinas dejen de chocar entre ellos: "Son incidentes rozando el esperpento".

Ante semejante y preocupante accidente, el silencio de los diputados del centro-derecha no sorprende a nadie. Su vocación suicida les invita al silencio. No han solicitado comisiones de investigación, el silencio es lo mejor, máxime cuando un concejal del Ayuntamiento de Oviedo acaba de ser condenado por publicar correos de la Sindicatura de Cuentas. He aquí un grave problema, y no la inundación de un gran hospital que costó 500 millones de euros. Mientras tanto, el expresidente Areces sigue con su apretada agenda social. Cuando nos referimos a la vocación suicida del centro-derecha no sería justo generalizar. Hay políticos competentes y responsables que cumplen el mandato popular. Recordemos que en Gijón van a finalizar la legislatura, cuando los dirigentes de sus partidos, con el mayor respaldo popular de la Historia, sólo estuvieron un año en el Gobierno del Principado, tirando la toalla. Es hora de preguntarse: ¿ha llegado el momento de la renovación política? La calle es un clamor.

PD. El editorial de LNE, el periódico donde aprendí a leer, del 10 de agosto es contundente y recoge el sentir popular: "Necesitamos una nueva era de políticos honrados y capaces". Entiendo que sería conveniente incorporar a la política profesionales con experiencia en otras actividades, para que cuando cesen en sus cargos tengan donde trabajar. El final del escrito es para no olvidar: "Necesitamos políticos capaces y honrados que estén dispuestos a sacrificarse por servir a la sociedad. Ésa es la grandeza del político frente al miserable comportamiento de tantos incompetentes y desalmados que sólo buscan esquilmarnos". ¿Cómo ha sido posible haber llegado a esta gravísima situación? Los partidos mayoritarios, base de un sistema de libertad y progreso, tienen que reconocer sus errores y salir de una vez a la calle, a escuchar al pueblo.

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