Guillermo Zarracina, arquitecto de ciencia y conciencia, quiere achatarrar el Cagatrava. No es que lo desee, es que no queda otra. La suma de disparates, por hablar solo de cuestiones fácticas -dejando para después las políticas, morales, mercantiles y penales- es impresionante. Y los resultados a la vista están. Ni se levanta la visera, ni nada de nada. La deuda anda por los 90 millones de euros y subiendo.
Decían que iba a ser el tractor de Oviedo. Vaya engaño. En cualquiera de sus versiones suponía gasto de todos en beneficio de algunos. El único motor de Oviedo es el Real Oviedo, libre al fin de aquellos que hace doce años lo quisieron liquidar y hace dos, boicotear. ¿Se achatarra el Cagatrava y el Tartiere vuelve a Buenavista?
Obviamente no va a ocurrir tal. Lo apunto solo como horizonte de lo que se frustró.
La fiscal superior de Asturias Esther Fernández ha llevado ante el juez el tinglado del Cagatrava y sus metástasis en lo que fueron terrenos del Vasco. Presume tráfico de influencias.
Lo que le faltaba al PP local y regional a 17 días de las elecciones municipales y autonómicas. Estaba visto que antes o después el asunto iba a estallar y era muy probable que ocurriese, como ha sucedido, cuando el personal se prepara para meter la papeleta en el sobre correspondiente y, zas, para la urna.
¿Quién va a costear los 90 millones de euros de marras? Seguro que no lo hace la empresa Jovellanos XXI porque ya no existe o apenas. Así que, amigo Xuan Carbayón, te va a tocar pagar a ti, euro sobre euro, salvo que los prebostes del PP que regían, es un decir, el Ayuntamiento lo paguen a escote. Por cierto, Coppola bien podría rodar "El Padrino" IV en el Cagatrava.
