Hace cuatro años, el PP de Gijón decidió dar su apoyo a Foro para acabar con tres décadas de mandatos de la izquierda. Lo hizo por convicción, contraviniendo las órdenes del partido. El resultado de esa decisión lo hemos visto dibujado con toda nitidez en los pasados comicios locales: Moriyón ganó las elecciones, aún en pírrica victoria, y la gaviota popular quedó bizca de un ala y coja de vuelo, condenada al rasante, con los peores resultados de su historia, malos de solemnidad, por no decir paupérrimos. Pero como no aprende, la gaviota sin cabeza persiste en el error y ofrece su exigua concejalada a los casquistas en base a un no sé qué corporativo dique contra la izquierda. Primero: Moriyón no necesita esta vez al PP, con lo cual hacen el ridículo. Segundo: sigan cayendo en brazos de quien les robó el espacio político y en las próximas elecciones obtendrán menos votos que Edurne. Y tercero: no dejen que parezca que lo que buscan es asiento en la mamandurria.
