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Gracias, Abelardo

La obra de un gran entrenador

La Europa futbolística se rinde estos días ante un sportinguista como Luis Enrique. Lo que no saben es que el que realmente es bueno lo tenemos nosotros. Vive en Gijón, entrena al Sporting y se llama Abelardo. Los entendidos en esto del fútbol alaban sin parar cómo el asturiano del Barcelona dio una nueva vida a los azulgranas y cómo supo sobrevivir a los egos de sus mil y una estrellas.

Pero lo realmente difícil es lo que ha logrado el Pitu Abelardo. Nadie daba un duro por su Sporting el pasado mes de agosto. Sin poder fichar y tras la marcha de sus delanteros estrella, los rojiblancos eran carne de descenso en una competición tan traicionera como es la Segunda División.

Los guajes de Abelardo habían demostrado con el filial que sabían jugar al fútbol. Aunque, claro, el fútbol profesional era otra cosa. Pero fueron a Soria al inicio de la Liga y ganaron. Y siguieron ganando o, al menos, empatando. Son el equipo con menos derrotas en Segunda en más de medio siglo.

Al principio los rojiblancos ponían más ganas que fútbol. Con una forma física admirable y aprovechando las jugadas a balón parado empataron en El Molinón con el Valladolid, uno de los cocos de la categoría. Pero cada semana jugaban mejor. Ya no eran sólo ganas o los desbordes de Jony. Allí, por primera vez en años, había fútbol.

El equipo superó la fuga de uno de sus jugadores, la lesión de su cerebro, las desalentadoras noticias que aparecían día tras día sobre la economía del club, la necesidad imperiosa de ganar partido tras partido para que el Girona no se destacase. Todo eso con una plantilla de guajes que nunca se habían encontrado en una tan gorda. Pero Abelardo les hacia crecer día a día a pesar de todas las adversidades. Tanto que no es exagerado decir que el Sporting hubiese sido el claro favorito en la Promoción. Un gol del Lugo en el último suspiro del partido del Girona nos ha evitado ese sufrimiento. Gracias, Lugo. Pero, sobre todo, ¡gracias Abelardo! Contigo disfrutamos con el gran Sporting de principios de los años noventa. Ahora nos has hecho soñar. Gracias.

Y que dentro de un año tengamos un derbi en Primera.

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