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Fernando Granda

Esa continua crisis del teatro

A raíz de los últimos datos publicados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte

La popular "crisis del teatro" dicen que empieza a remontar. Al menos eso indican las cifras publicadas por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte. Sin embargo puede que estén enmascaradas en estadísticas complejas que no reflejen el hoy de nuestra escena. Quizá sean consecuencia de la situación de otros campos del espectáculo. El hecho es que, según la nota de prensa publicada el pasado 1 de junio por ese departamento, "en 2014 el número de compañías de teatro y de danza aumentaron un 12,1% y un 2,6%, respectivamente en relación al año 2013, situándose en 3.617 compañías de teatro y 937 de danza". Algo extraño ya que el IVA no ha bajado, digan lo que digan reiterados anuncios hechos desde meses atrás por el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, y el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.

Claro que lo primero que debemos entender es que 2013, precisamente el curso de referencia, fue el primer año completo con un impuesto del valor añadido del 21%, lo que significó un enorme descenso de público y recaudación. La Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española señalaba meses atrás que en 2013 el sector cultural había sufrido el mayor descenso en muchos años de larga crisis: un 30% menos de público; un 16,33% menos en recaudación bruta y había bajado el 22% la recaudación neta. Ya el año anterior las cifras habían disminuido bastante pues desde que el 11 de julio de 2012 anunció el Gobierno la subida del impuesto un tres por ciento el sector se derrumbó. Y en los meses de implantación del nuevo IVA en ese 2012, del 1 de septiembre al 31 de diciembre, el teatro perdía 1,8 millones de espectadores (un 31,43%), la recaudación neta disminuyó un 33% y 600 puestos de trabajo directos desaparecieron al cotejarlos con igual período de 2011.

Por eso, los números publicados por el Ministerio todavía titulado por José Ignacio Wert son engañosos. Subir poco más de una decena porcentual después de haber descendido varias decenas solo indica que sigue siendo menor el número de compañías que antes del decreto del verano de 2012. Y también habría que enfocar la mirada al tipo de empresas teatrales en cuanto a temporalidad, participantes y tipo de contratos. Todo indica que muchas de las nuevas entidades teatrales son asociaciones de autónomos (actores, directores, tramoyistas?) unidos de forma temporal y por obra, sin empresa ni patrimonio históricos. O espacios como La Casa de la Portera, con un aforo para 25 espectadores, o Microteatro por dinero, que con aforo para 15 funcionan en Madrid con un sistema casi espontáneo.

De todas formas el teatro parece que resiste mejor que otros espectáculos la larga crisis. Las cantidades pueden no ser comparables pero si en los años de elevado IVA el número de salas de cine ha caído en miles, los teatros siguen casi iguales en la práctica. En Asturias existe de hecho igual número de espacios escénicos que antes de la crisis y el alto IVA (oficialmente 32, de los cuales 26 son de propiedad pública), aunque el de compañías teatrales ha disminuido un siete por ciento aproximadamente. Poca cosa si tenemos en cuenta la antigüedad del teatro, pues fue en el siglo V a. de C. cuando Esquilo, Sófocles, Eurípides y Aristófanes superaron las representaciones religiosas en honor de Dionisios, dios del placer y protector de la vida, y plasmaron las emociones, angustias, dudas, pasiones humanas o llevaron a escena críticas sobre el comportamiento del hombre. Y dioses y reyes protagonizaban ya entonces esa controvertida conducta.

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