Quienes tienen un objetivo común pero carecen de una personalidad independiente que poner al frente no tienen nada. Hoy sin una personalidad independiente no vas a ninguna parte. En la España franquista del coñac, gustaba la mujer, mujer, y en la democrática del whisky, el político, político. Pero ahora, en la España del gin tonic personalizado, donde esté una personalidad independiente... Adiós a los tiempos de la personalidad carismática que hacía a todos dependientes de su política y las personalidades independientes eran despreciadas por lo uno y por lo otro. El riesgo de las personalidades independientes, hasta ahora, era que estuvieran equilibradas y pesara lo mismo su independencia que su personalidad pero en tiempos valientes, el riesgo es emoción.
Los independentistas catalanes dicen haber encontrado una personalidad independiente en Raül Romeva, que parece una personalidad para la independencia menos gastada que Artur Mas, ahora convergente con la ERC de Oriol Junqueras. Romeva es un analista de conflictos armados y rehabilitación posbélica, federalista y ecologista nuevo de paquete que encabezará Juntos por el Sí en las elecciones plebiscitarias del 27 de septiembre. Sobre ese fondo político de espacio europeo y espacio federal, las elecciones catalanas se presentan como un despegue del módulo Cataluña de la nave España para dirigirse hasta la independencia y más allá en la armonía del espacio donde suena siempre música clásica.
Sin salir del espacio vienen a la cabeza los controladores aéreos cuando colocaron de portavoz de la huelga más impopular a un periodista a sueldo, César Cabo, con todos los ingredientes de una personalidad independiente y gustó muchísimo. A ver si gusta Raül Romeva como gustó César Cabo y en los años 90, el dúo "Milli Vanilli", dos personalidades independientes que ponían la imagen al sonido y la voz de otros.
