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La esquina

La abuela sin nieto

Dos sentencias judiciales en Gijón que sorprenden en una historia inédita

Abuelos del mundo, uníos: dos sentencias judiciales impiden a una abuela gijonesa reencontrarse con un nieto de 15 años porque las visitas podrían perjudicar al menor. Curiosa sentencia que seguro que estará muy fundamentada en las dos instancias que la han dictado, pero que sorprende al común de los mortales. Gijón, y el resto de ciudades españolas, está lleno de abuelos y abuelas que cuidan con esmero y cariño de unos nietos que siempre son bien recibidos, aunque a veces den más lata de la prevista. La señora abuela que demandó recuperar la relación con su nieto trece años después de haberla perdido por el divorcio de los padres, dice que se enteró por un programa de televisión de que tenía derecho a un régimen de visitas. Las leyes le dan la razón, pero los magistrados locales se la quitan. No conviene descentrar al muchacho que ahora tiene 15 años y que no tiene, en el sentido estricto del término, abuela.

Cruel destino el de la abuela a la que, según la sentencia, el nieto de 15 años no tiene interés en conocer. Cruel destino el de las relaciones familiares que han de ser dictadas en sentencias judiciales, en este caso por desconocimiento de la abuela, que tardó trece años en enterarse por un programa de televisión de los derechos que no reclamó durante más de una década.

La historia de la abuela, del nieto y de las sentencias que regulan su lejanía la cuenta este periódico unas páginas más adelante. No es una historia de Semana Grande, ni mucho menos, pero es otra historia que sirve para convencer a los que sostienen que lo han visto todo en la vida que están equivocados. Cada día hay una historia, un hecho, publicables o no, que demuestran que cada día se ve una cosa nueva. La abuela que estuvo trece años sin ver a un nieto y que pasados los años lo quiere ver y él se niega es la penúltima prueba de que no está todo visto. Los abuelos que se vuelcan con sus nietos tienen un caso para intercambiar puntos de vista. Y tantos puntos que tiene.

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