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Tino Pertierra

Sólo será un minuto

Tino Pertierra

La estaca del rencor

Fernando: "Siempre me ha desconcertado comprobar que hay gente que conserva sus rencores como odio en paño. Rencores que, en la mayoría de los casos, tienen su origen en asuntos insignificantes que tienen más que ver con el orgullo herido que con un daño profundo. Cuando intento sonsacar a algún rencoroso información suele acabar confesándome que no recuerda el motivo verdadero por el que no se habla con alguien. Los asuntos amorosos son terreno propicio para que germinen ese tipo de flores venenosas. Cuando entran en juego los sentimientos exacerbados, las emociones desenfrenadas y los juegos de piel en los que siempre hay vencedores y vencidos, con posibilidades remotas de paz después de una guerra abierta, el sentido común y la capacidad de razonar se esconden bajo capas de resentimiento y cualquier palabra mal dicha o mal interpretada se convierte en un acto de hostilidad magnificado con el paso del tiempo. Tengo alguna experiencia en ese sentido, aunque no sea especialmente violenta ni dañina. Hace muchos años mantuve una breve relación con Virginia, una veterinaria que se hizo más ilusiones de las debidas. La diferencia de edad era importante y eso siempre se nota en la forma de afrontar los problemas. Ella estaba convencida de que me iba a separar de mi pareja de entonces aunque nunca le dije tal cosa ni era de los típicos manipuladores que siempre hablan mal de la persona con la que están para dar lástima a su amante. Cuando la realidad impuso su ley la decepción la hizo asumir la venganza como una manera de impartir justicia. Llamó a mi novia y se lo contó todo. No se lo tomó bien, claro, pero yo la había perdonado tras un desliz parecido y pasó página. Pero yo entendí a Virginia. Entendí su frustración, su impotencia, su tristeza. No la perdoné porque nunca la culpé. Ella, en cambio, nunca me retiró la estaca del rencor que clavó en mi recuerdo. Veinte años ya. Lo sé porque esta mañana me crucé con ella en la calle. Me miró con tanto odio que supe al instante que nunca se perdonará".

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