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Sol y sombra

El voto de izquierdas

Ante un hipotético Gobierno PSOE-Podemos

Un Gobierno PSOE-Podemos? El problema no es la "catástrofe bíblica" que augura Margallo -cada día más ocurrente después de lo de los monos fumadores de Berbería-, el problema es que las opciones que se le ofrecen al elector de izquierdas sólo le garantizan que su voto no se lo llevará la derecha. Aunque para algunos pueda resultar suficiente, no despeja demasiado el panorama.

El resto permanece como una incógnita porque en algunos de los asuntos clave para el futuro del país, como es la unidad nacional y sus contraindicaciones insolidarias, todavía no se sabe por dónde van a salir socialistas y podemistas, que un día dicen una cosa y, al siguiente, la contraria. Dependiendo de donde la digan: si es Cataluña, son partidarios de la audeterminación; si es en cualquier otro lugar de España, no. Como es natural, a nadie se le escapa que cualquier matiz sobre las intenciones de unos y otros -juntos pero no revueltos- quedaría diluido en un hipotético Gobierno de coalición.

Los electores que quieran asegurarse de que su voto no va a ser utilizado para favorecer aspiraciones independentistas alucinadas se encuentran por ahora en el dilema de apoyar a la derecha en las urnas o abstenerse. No deja de ser paradójico que la peculiaridad española ofrezca una disyuntiva nacionalista de izquierdas, cuando el nacionalismo, al tratarse de una ideología basada en la exclusión del vecino, ha sido tradicionalmente de derechas y, la mayor parte de las veces, de derecha extrema. Para comprobarlo sólo es necesaria una simple homologación mundial.

La huida de los intelectuales se produce una vez más en este país justo en el momento en que parece no haber nadie dispuesto a poner a la izquierda, en general, frente a algunas de sus contradicciones ideológicas y morales.

Pero lamentablemente así es la vida, y así son las cosas.

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