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Miembro de la junta | directiva de Compromiso Asturias XXI

Unirse para alcanzar nuevos mercados

La agricultura asturiana y sus posibilidades de liderazgo en sectores como el kiwi y los arándanos

Hasta ahora, hablar de profesionalización y especialización en un sector como la agricultura se habría visto con cierta extrañeza en otros ámbitos de la economía. Pero, ciertamente, es necesario este planteamiento. De la misma manera que cada vez también se hace más necesaria la mejora en los métodos de trabajo, la innovación en las plantas y la adecuación de las mismas no sólo en el suelo asturiano, sino en el de todo el norte de España. Y por una razón muy sencilla: tenemos que darnos a conocer y destacar.

El objetivo no es simple, pues hoy supone un gran reto para los productores asturianos el alcanzar nuevos mercados y poder llegar a mejorar sus posibilidades de negociación ante la "Gran Distribución". Si en algunos casos, el dicho "la unión hace la fuerza" se ha quedado desfasado, no es el de nuestra agricultura, pues cada vez es más evidente que si se quiere ampliar mercado, ampliar oferta y servicio y, sobre todo, reducir costes, es vital la unión.

Basta para ello un simple ejemplo: a día de hoy, la posibilidad de enviar un camión entero de un determinado producto a un país como Inglaterra es inexistente, no se plantea porque no es posible. Sobre todo, por falta de volúmenes y de integración entre las partes.

Asturias debería ser líder en la comercialización de arándanos y kiwis. Productos que son una firme apuesta para la agricultura regional, cultivos estratégicos que a la larga podrían generar numerosos puestos de trabajo.

Pero, volvamos al problema original: no hay unión. Y, junto a esto, nos encontramos con que tampoco se ha pensado en la necesidad profesionalizar la agricultura asturiana.

Necesitamos técnicos especialistas en este mundo, porque sólo así podremos conseguir la mejora y la innovación en el sector, tal y como que llevamos tiempo demandando. Necesitamos más extensión de tierra, campos de experimentación. En otras palabras, necesitamos la profesionalización del sector, que en estos momentos es muy sutil. Sólo con ella podría conseguirse la creación de una compañía para la industria. Con ella, no asustaría tanto la idea de unir a empresas entre sí, que ya tienen sus comercializadoras en ciertos países de riesgo, como serían todos los de Europa del Este, por ejemplo.

Sin duda, dar este paso permitiría pasar al siguiente round: que nuestro sector ya no sólo alcanzase otros mercados a los que ahora llega difícilmente, sino que además pudiera tener capacidad de negociación? y negociar.

Hace falta profesionalizarse. Hace falta estandarizar todos los procesos de producción y hace falta reducir costes. Estos son los auténticos hándicaps que se encuentra la agricultura asturiana. Y no por falta de recursos, sino por falta de búsqueda de soluciones.

Países como Polonia, Rumanía o incluso Reino Unido, Italia y Francia suponen una competencia directa sobre nuestros productores, más preocupados por saber qué hace "el vecino" con las hectáreas que lindan con las suyas, que por conocer qué se está haciendo en otros países europeos.

En el caso del país andino, los agricultores han tomado conciencia de que uniéndose encuentran una solución sólida al problema de los costes: con ello, reducen.

En España, el agricultor medio tiene sus propios procesos. Pero en nuestro país hay muchos agricultores medios?y, por tanto, muchos procesos diferentes. Entender que la unificación y la estandarización de los mismos, debería ser el futuro (es el futuro), es abrir la puerta al cambio que ciertamente necesita este sector.

Las opiniones expresadas en este artículo vinculan únicamente a su autora.

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