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Clave de sol

Expresiones municipales

Proponíamos ayer una reflexión sobre el novísimo fenómeno de la irrupción populista en el ámbito municipal. En una primera aproximación, encuentra el comentarista la aparición de un renovado lenguaje, con una tónica más bien abrupta y muy insistente en la descalificación total de la Corporación anterior.

Un examen más a fondo patentiza, además de ese propósito de revisar el comportamiento de la precedente gestión -declarada de mano pésima y lesiva para el bien común-, la consecuente voluntad de poner por obra otro estilo mucho más incisivo, imaginativo y, desde luego, ideológico.

Una breve antología de palabras significativas recogidas por los medios nos presentaría conceptos tan expresivos como éstos: levantar alfombras, transformar la sociedad, ser contundentes con la Iglesia, desalojar a los populares, prohibir, paralizar, boicotear ¡y hasta meter en cintura y cortar de raíz!... Casi nada. Eso sin contar los propósitos grandilocuentes como "esto se va a acabar" o el solemne "no nos temblará el pulso", tan napoleónico.

Cabe preguntarse si estas actividades son propias de una Corporación local según la legislación en vigor. Por lo que uno entiende, un Ayuntamiento de regular calibre, como el que nos ocupa, tiene competencias de orden urbanístico, servicios de agua, alumbrado, residuos, limpieza, tráfico, mercados, seguridad y otros por el estilo, pero no ideológicos ni mucho menos beligerantes con una parte de la población.

Lamentablemente, ciertas alcaldías colectivas, que de eso se trata, atenazadas por los prejuicios, tratan menos de atender las competencias municipales para todos, que les son propias, que de poner por obra sus obsesiones ideológicas y aprovechar, literalmente, una oportunidad de oro para cambiarlo todo. Lo que no quiere decir que haya que exonerar a la Corporación anterior de sus responsabilidades. Podríamos seguir.

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