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Profesor de Matemática Aplicada de la Universidad

Kranken Probleme

Los problemas que no tienen solución o en los que ésta no es única

Puede parecerles que soy enrevesado, pero a mí lo que realmente me apasiona y a ello me dedico, son los problemas que no tienen solución, o cuya solución no es única. Estos problemas en matemáticas se dice que están enfermos ("kranken/ill-posed/malades"), y son la base de la tecnología actualmente. ¡Quién le iba a decir a Jacques Hadamard que los problemas que él llamó enfermos interesarían preferentemente a los tecnólogos! Por eso nunca se puede ser tajante en las descalificaciones. Este matemático francés enunció un importante principio de la física-matemática que afirma que sólo los problemas bien planteados corresponden a fenómenos físicos, y definió dichos problemas como aquellos que tenían una solución única y estable. Esto dio lugar a los estudios de existencia, unicidad y estabilidad de las soluciones adoptadas, con grandes contribuciones por parte de los ingenieros mecánicos. Muchos matemáticos trabajan todavía hoy en este campo, intentando crear teoremas que sirvan para diagnosticar si las tres condiciones se cumplen, sin que sea necesario para ello resolver los mismos. Es como el ojo clínico o la magia Borrás, pero con mates.

No obstante en muchas ocasiones se llega a la conclusión de que el problema analizado no tiene solución y que relajando las condiciones que se imponen es posible encontrar una pseudo-solución que nos satisfaga en cierto sentido. Es como si renunciásemos a las peticiones originales y nos conformásemos con menos. Esta tendría que ser una herramienta muy útil para los técnicos y también para los políticos, que deberían ser capaces de llegar a soluciones de consenso y compromiso modificando el espacio de búsqueda, porque en definitiva lo importante es desatascar los cuellos de botella en los que muchas veces nos adentramos y romper el inmovilismo, considerando una solución inicial que se irá adaptando dinámicamente en función del tiempo. Además, y de todas las maneras, lo que es óptimo hoy, mañana puede ser mediocre. Piensen ustedes en un misil que para ir desde el punto A hasta el punto B tiene que adaptar su trayectoria no pudiendo ir recto. Por ejemplo, las hormigas se siguen porque marcan con sus feromonas los caminos. ¿Se imaginan si hiciesen lo mismo los políticos?

En este sentido es importante que exista una flexibilidad laboral que permita a las empresas adaptar sus plantillas en función de las necesidades, sin que esto signifique un quebranto de las condiciones laborales ni de los derechos de los trabajadores. Es importante que el sistema penalice los abusos, que es como interpretan la flexibilidad los malos empresarios que no entienden de recursos humanos. El empresario tiene que estar comprometido con su empresa o proyecto, pero esto no quiere obviamente decir estar casado con sus trabajadores mediante una relación inquebrantable. Si esto fuese así, nadie sería empresario, pues resultaría imposible soportar las tensiones y exigencias de tal harén. Tengo la sensación de que en ocasiones las organizaciones sindicales cuando hablan de los trabajadores los tratan implícitamente como esclavos, dado que parece que son propiedad del empresario, y que éste debería hacerse responsable eterno de su futuro. Si les soy sincero y después de haberlo meditado muy mucho, he llegado a la conclusión que las asociaciones sindicales son un artefacto creado por la falta de justicia laboral, rápida y justa, pero al mismo tiempo también reconozco que actualmente es muy difícil revertir esta situación.

En cuanto a la existencia de una infinidad de soluciones, debería ser una gran noticia, porque esto quiere decir que existen grados de libertad para adaptar y optimizar nuestros diseños introduciendo otros criterios y teniendo en cuenta las restricciones que se deban respetar. Fernando Alonso lo sabe bien debido a su periplo en Ferrari, pues hoy en día las carreras de F1 son ante todo una competición entre ingenieros en la que la pericia del piloto cuenta mucho para ayudar a poner el coche a punto y sacarle el máximo partido. Pero todo dentro de un orden, ya que es imposible suplantar a la técnica. Fernando pagó el retraso que Ferrari había acumulado en sus modelos aerodinámicos en el túnel del viento y en la simulación matemática de dichos modelos, pues una cosa es medir los datos necesarios en estos artefactos tecnológicos, y otra muy diferente extrapolar las conclusiones obtenidas en carrera. Red Bull les metió el agua en casa a nivel teórico y tecnológico porque llevaban un gran adelanto en este terreno, en la simulación de las condiciones óptimas del F1 con el ordenador, haciendo que los viejos métodos de ensayo-error quedasen desfasados. Seguro que además existieron otros condicionantes que desconozco.

¡Infinitas soluciones, Guau! Pero, ¿cuál es la mejor? Hombre, pues hay muchas maneras de responder a esta pregunta. Matemáticamente se suele buscar la más sencilla, adoptando un criterio de parsimonia, que también se estudia en filosofía y que se conoce como la navaja de Occam. Guillermo de Occam fue un fraile franciscano que vivió en el siglo XIII-XIV y que era oriundo del pueblo que lleva el nombre de la famosa navaja, y que no era Taramundi. El pobre murió de la peste negra, pero antes de morir enunció el famoso principio que dice: "en igualdad de condiciones la explicación más sencilla suele ser la correcta". Como siempre ocurre en ciencia, William d'Occam tuvo sus detractores y sus envidias, y en particular algunos alumnos de Santo Tomás de Aquino que le acusaron de herejía, pasando 4 años de arresto domiciliario mientras las cotorras analizaban sus escritos. Ya ven que cuando se hace algo importante siempre existen detractores (los hay a patadas), de lo contrario querría decir que estás haciendo cosas sin importancia. Como dijo Platón: "un hombre que no arriesga nada por sus ideas, o no valen nada sus ideas, o no vale nada el hombre". Esta frase también es válida para las mujeres, por si alguien se mosquea, pero por entonces Platón no necesitaba ser políticamente correcto. Además en ocasiones se olvida que crear y recrear no significan lo mismo. También alguien dijo que: "las buenas ideas nunca convencen a sus detractores cuando son propuestas; lo que ocurre es que los detractores mueren y las buenas ideas (y por lo tanto sus creadores) permanecen en el tiempo". Y alguien añadió: "el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños". ¡Amén! "Never give up on a dream", como cantó en su día con voz quebrada el sex symbol Rod Stewart en el disco "Tonight I'm yours". Esta bonita canción hablaba de Terry Fox un marathon-man con una pierna ortopédica: "Claim the road, touch the sun, no force on earth could stop your run". !Oh my God, qué tiempos aquellos en los que los sueños estaban por llegar!

En cualquier caso, puedo decirles sin temor a equivocarme que las soluciones buenas nunca son políticas, sino técnicas. La política solo debería aportar el conjunto de restricciones y que éstas fuesen plausibles, es decir, lógicas. Esta es la mejor manera de que los problemas estén sanos y de que Jacques repose tranquilo en su tumba. Oh yeah!

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