La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

La esquina

Los camiones-patera

Se convierten en tumbas volantes de gentes que soñaban con una vida mejor

Cada verano tiene sus tragedias. La del verano de 2015 es, sin duda, la de la emigración de sirios, iraquíes, afganos y subsaharianos que por centenares de miles buscan acomodo en los países más ricos de Europa en busca de un futuro mejor para ellos y para su hijos. Asturias está lejos de las rutas de la emigración, que ha convertido la olvidada crisis de las pateras que sufrieron las costas españolas en un anecdótico episodio. Asturias ni es zona de paso ni zona de destino, pero los asturianos seguro que seguimos las historias que nos llegan de Europa central con la mayor preocupación.

La conversión de los camiones en pateras-tumba es la última idea de las mafias que se hacen de oro con la miseria de sus semejantes. Al camión hallado en Hungría cargado hasta los topes de cadáveres ha seguido otro en el que viajaban tres niños que están en estado crítico. Las mafias, fieles cumplidoras de las leyes del mercado, han elevado el precio de los trayectos; a la vista de la masiva llegada de refugiados y emigrantes han pasado de cobrar doscientos euros por persona a cobrar mil. En poco días, el negocio da beneficios cinco veces superiores.

Mientras, los países afectados levantan vallas de alambres de espino y despliegan a sus ejércitos en un inútil intento en solucionar un problema que nace a muchos miles de kilómetros. La sensación, desde la lejanía, es que África y el Oriente Medio están hoy mucho peor que en los años cincuenta y sesenta del pasado siglo, cuando se produjo la descolonización que iba a solucionar los problemas de cada país que se libraba de los europeos y que sólo ha servido para enriquecer a unos pocos y lanzar a la miseria a los más.

La mayor crisis de la emigración desde la Segunda Guerra Mundial se nos ha echado encima a bordo de barcos que se hunden en el Mediterráneo y de camiones-patera que se convierten en tumbas volantes en los que viajan gentes que soñaban con una vida mejor.

Compartir el artículo

stats