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Alberto Menéndez

Un Gobierno más dinámico

Se abre un curso político marcado por las generales

Comienza el nuevo curso político, un curso que se prevé intenso y tirante tras un agosto que discurrió más o menos apaciblemente, de forma mucho más sosegada de lo que cabría esperar después de las tensas semanas anteriores con el complicado proceso de elección del presidente del Principado, del socialista Javier Fernández. Los partidos se tomaron un respiro para retomar la actividad con la vista puesta, sobre todo, en los comicios generales previstos para noviembre o diciembre. Ése es el gran reto de cada una de las fuerzas políticas asturianas. Todo lo que se haga en la Junta General del Principado a corto plazo será pensando en las elecciones legislativas. Ésa es la triste realidad. Lo vistan como lo vistan los diversos partidos de la comunidad.

Pero Asturias no puede esperar. El Gobierno regional socialista debe comenzar de inmediato a actuar, a tomar la iniciativa, a mostrarse más activo y más resolutivo de lo que lo hizo en los últimos tres años. Para el Ejecutivo de Javier Fernández no hay campaña electoral que valga. Su campaña pasa exclusivamente por buscar soluciones a los graves problemas de la comunidad autónoma. Ése debe ser su gran objetivo. Dejarse ir, esperar a ver lo que sucede en las generales, no sólo sería perjudicial para Asturias, sino también para el propio PSOE en la región.

Por supuesto que el Gobierno no lo tiene fácil con sólo el apoyo de 14 de los 45 diputados autonómicos. Pero también es cierto que así y todo siempre es más fácil adquirir protagonismo desde el poder que desde la oposición. Claro que para lograrlo es fundamental tener interés en ello (en acaparar la atención de los ciudadanos) y la imaginación suficiente para adelantarse a las previsibles críticas del resto de las fuerzas políticas. ¿Está capacitado para ello el gabinete de Javier Fernández? Ésa es la duda. En la anterior legislatura a los socialistas les faltó contundencia a la hora de abordar las labores gubernamentales. Y eso que contaban con tres parlamentarios más que en la actualidad. Si no quiere ser avasallado, sobre todo en el proceso electoral que se avecina, el nuevo Gobierno regional deberá mostrarse más dinámico que el anterior. Más activo, más resolutivo. Y más dialogante, o, al menos, intentarlo.

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