La presidenta del PP asturiano, Mercedes Fernández, llevaba tiempo intentando encontrar acomodo a Fernando Goñi al margen de la secretaría regional del partido, despacho que ocupaba desde los tiempos en que Ovidio Sánchez lideraba la organización en Asturias, desde la época del cisma protagonizado por Francisco Álvarez-Cascos, cuyo partido, Foro, acabó convirtiéndose en 2011 en la primera fuerza del Parlamento autonómico, pasando los populares a la tercera posición.
Mercedes Fernández ha esperado para hacer el cambio oficial de Goñi (el oficioso ya hace meses que se produjo) a que el PP volviera a convertirse en el segundo partido asturiano, sólo superado por el PSOE y desbancando claramente a los casquistas. Foro mantiene una representación parlamentaria testimonial, tras pasar en sólo cuatro años de dieciséis diputados a sólo tres.
Lo cierto es que Mercedes Fernández nunca congenió con Fernando Goñi, y si lo mantuvo como número dos de la organización fue más que otra cosa para evitar una crisis interna más que sumar a la de Gijón, en donde los populares no han parado de perder apoyos elección tras elección. La situación de Goñi era insostenible y en el Senado se le ha encontrado la salida más airosa posible. Luis Venta es ya, sin disimulo alguno, la mano derecha de Mercedes Fernández en el partido.
En los últimos cuatro años han desaparecido de la primera línea política la práctica totalidad de los pesos pesados del PP de las últimas décadas, empezando, por supuesto, por Ovidio Sánchez, y siguiendo por Gabino de Lorenzo, Pilar Fernández Pardo, Agustín Iglesias Caunedo, Joaquín Aréstegui, Isabel Pérez Espinosa y ahora Fernando Goñi, entre los más destacados. También se podría incluir, a Francisco Álvarez-Cascos, quien desde finales de los años setenta y hasta 2011 fue el gran referente del PP asturiano, antes AP, tanto en la región como en Madrid. De la vieja guardia por lo tanto sólo queda, precisamente, Mercedes Fernández.
