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Alberto Menéndez

Senadores veteranos

Las designaciones de Carcedo y Goñi, en clara clave interna partidista

Socialistas y populares han apostado una vez más por el continuismo en la designación de los senadores asturianos en representación de la comunidad autónoma. Dos veteranos políticos, María Luisa Carcedo (PSOE) y Fernando Goñi (PP), sustituirán a otros dos experimentados políticos, Isidro Martínez Oblanca, de Foro, y Jesús Iglesias, de IU, que en la última legislatura ocuparon los dos puestos de la Cámara alta destinados a la Junta General del Principado. Era la primera vez que el Parlamento asturiano no elegía a ningún socialista o popular para ocupar alguno de estos escaños. Los senadores corresponden, en principio, a los dos partidos más votados en las elecciones regionales, a no ser que alguno de ellos renuncie a favor de otra formación.

Martínez Oblanca fue propuesto por el partido de Francisco Álvarez-Cascos, al convertirse éste en la segunda fuerza parlamentaria asturiana por delante del PP. Por su parte, Jesús Iglesias, ex coordinador regional de IU, fue elegido senador tras el pacto entre esta coalición y el PSOE para la investidura de Javier Fernández como presidente del Principado, un acuerdo que tras la aprobación del Presupuesto autonómico del primer año de mandato del Ejecutivo socialista quedó en nada.

Las designaciones de los dos próximos representantes de la Junta General en el Senado se han hecho en clara clave interna de partido. Casi siempre ha sido así (aquí y en el resto de las comunidades) pero en esta ocasión es aún más patente si cabe.

María Luisa Carcedo es en estos momentos diputada en Cortes. En las elecciones de 2011 fue segunda en la lista del PSOE al Congreso por Asturias tras Antonio Trevín. Pero tanto ella como la dirección de la Federación Socialista Asturiana sabían que no iba a repetir a la Cámara baja (se da por hecho que Adriana Lastra será la próxima número uno y el número dos un hombre; el tres ya no es seguro, ni mucho menos, que obtenga escaño), por lo que el secretario regional del partido, Javier Fernández, le buscó la salida política más honrosa posible: el Senado.

La situación de Fernando Goñi es similar. Aunque seguía siendo el secretario general del PP asturiano, la presidenta, Mercedes Fernández, hace ya tiempo que no contaba con él. No formaba parte del núcleo duro de dirección de los populares. Pero tras tantos y difíciles años como número dos regional del partido para desprenderse de él sólo cabía una patada hacia arriba. Qué mejor que la Cámara alta. De paso se cerraba la puerta a una posible pretensión de Goñi de formar parte de la lista al Congreso en las elecciones generales de diciembre.

Con estas dos designaciones el PSOE y el PP clarifican, aunque sea muy poco, sus aparentes procesos de renovación. El del PP ya lleva tiempo en marcha y miembros de la vieja guardia quedan pocos. El PSOE quizás lo inicie en las próximas semanas con la elaboración de las candidaturas para los comicios legislativos. Quizás.

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