Los partidos políticos con representación municipal se meten hoy en la harina de uno de los asuntos más trascendentes del actual mandato: la revisión del Plan General de Ordenación. Que el urbanismo de Gijón se encuentre desde hace años en entredicho, cuestionado por los tribunales por defectos de fondo y forma, obliga a los actuales munícipes al mayor empeño en una cuestión que hace ciudad. Lo que se cocina desde hoy es el Gijón del futuro: por dónde crecer, qué proteger, cómo ordenar. Lo cual exige un ejercicio de consenso y coherencia, de tiras y aflojas, de cesiones y concesiones. Foro requiere de alianzas para sacar adelante su propuesta, que tiene en Cabueñes y su polémico plan de amplios viales y torres de edificios el principal obstáculo. Convendría que el acuerdo fuera múltiple, que ningún partido quedara fuera de proponer iniciativas. El urbanismo de Gijón no puede vivir permanentemente instalado en la incertidumbre.
