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Fernando Granda

Preguntas posveraniegas de un ingenuo

Algunos interrogantes ante el nuevo ejercicio tras el descanso estival

Comienza un nuevo ejercicio, un nuevo curso. Hemos visto a pequeñajos preguntar al abuelo por qué tengo que cambiar de colegio si a mí me gustaba estar con los niños de mi guardería. A menos peques hacer la misma pregunta al entrar en el instituto. A veteranos trabajadores inquirir por qué les cambian de sección en su empresa o los despiden al volver de su descanso estival. A grandes y pequeños indagar por qué se acabaron sus vacaciones. Son preguntas que se hace mucha gente en este tiempo de final de verano. ¿Preguntas de ingenuos?

Por internet difunden estos días que el 28 de septiembre se celebra el día mundial de las preguntas tontas. Quizá lo hayan hecho para rescatar del estrés a los que vuelven hastiados de unas largas vacaciones. A pesar de no encontrarnos entre esta última gente se nos ocurren unas cuantas, más o menos tontas, aunque puede que esas ocurrencias sean producto de los cambios de tiempo que estos días suelen afectar al personal. Cierto es que el sol del verano nos suele calentar la cabeza, muchas de las veces debido a las noticias insólitas que se difunden durante el estiaje.

¿Este Papa, Francisco, es católico? Muchos se lo preguntan porque lleva contradiciendo a su antecesor en tantas cosas que rompe los esquemas (espero que para bien) a la feligresía tradicional y sacrificada. ¿Democracia significa el respeto de los derechos humanos a todas las personas? ¿Se respeta la democracia en todos los países de la Unión Europea? Hungría, que repele a los refugiados lanzándoles gases lacrimógenos y con otros métodos poco democráticos, ¿recibirá alguna sanción de las autoridades comunitarias? Surgen estos interrogantes ante los acontecimientos que nos llegan en los últimos tiempos.

Tampoco entendemos por qué en la mayoría de las áreas de descanso de las autovías y autopistas españolas los árboles son casi enanos, no crecen a lo largo de los años y no hay quien pare a la sombra en los largos viajes de vuelta de las vacaciones. ¿Son de descanso zonas donde no hay un árbol decente?, ¿los paisajistas del Ministerio odian a los viajeros?. ¿Por qué no hay unos servicios para aliviar la vejiga y las papeleras están siempre a rebosar? Son preguntas de un ingenuo.

Pero hay muchas más. Por ejemplo, por qué la/os meteorólogas/os televisivos dicen que se terminó el verano "estacional" el 31 de agosto cuando el otoño no empieza hasta el 23 de septiembre. ¿Nos quieren estropear las vacaciones cuando septiembre suele ser el mes más seco, soleado y tranquilo del verano en Asturias? Si dicen que los gordos son personas felices ¿por qué todo el mundo se pone a adelgazar y a perder la figura que tanto nos costó ganar durante la holganza? Y hablando del verano nos acordamos del calor y su forma de aliviarlo. ¿Por qué un botellín de un tercio de litro de agua pueden cobrártelo a más de tres euros y nos quejamos de lo cara que está la gasolina, que tiene un largo proceso de elaboración, cuando un litro no suele alcanzar el precio de euro y medio?

Si una de las bellezas de la Naturaleza se le reconoce al cuerpo humano ¿por qué se cubre el personal la piel con tantos horribles y antiestéticos tatuajes? En fin, ¿cuándo se decidirán los países que integran la Unión Europea a resolver el grave problema de los cientos de miles de refugiados que huyen de las zonas de guerra?

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