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LNE FRANCISO GARCIA

Billete de vuelta

Francisco García

Bueno y el baloncesto

Hace años, LA NUEVA ESPAÑA tuvo la genial ocurrencia de sentar al filósofo Gustavo Bueno en la grada del Tartiere a comentar un Oviedo-Sporting de Primera. El día después, el sabio hizo en el periódico una apreciación bien inteligente. "El fútbol se mueve horizontalmente, según la ley de la inercia, y el baloncesto, verticalmente, según la ley de la gravedad. El fútbol es terrestre y el baloncesto, celeste". Y tenía razón. Después de ver a Gasol extender sus alas como un ángel y elevarse al cielo del pabellón francés para machacar el aro de los galos resulta evidente que este deporte está tocado por los dioses. Y que perviven héroes sobre el parqué, mitad humanos, mitad divinos, que soportan sobre sus espaldas cometidos hercúleos. Me gusta el fútbol, pero sólo hallo deleite en el baloncesto. Ya lo dijo Bueno, al referirse a la banalización del balompié: "El único mérito del fútbol es que domestica continuamente al chimpancé que llevamos dentro".

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