Un juzgado de Vigo, ya saben, imputó hace unos días a un montón de políticos, la mayoría del PP pero hay de todo en la movida. Están dentro de la llamada operación Patos, que investiga supuestos amaños de contratos y prebendas.
La estrella de la relación es el alcalde de Vigo, Abel Caballero, que, por cierto, acababa de ser elegido presidente de la Federación Española de Municipios y Provincias. Al destacado líder socialista se le imputa haber recibido de la empresa Eiriña en el año 2010 un reloj valorado en 1.750 euros. Ahí quería llegar.
¿Para cuándo una operación Gansos en Asturias que impute a los 800 de la trama jamonera?
Aquí disponemos ya de la lista, bien anotada en la famoso agenda rosa. Nombres y apellidos de cientos y cientos de integrantes de la casta política asturiana que recibieron regalos no menores a los 1.750 euros me aventuraría a suponer. Incluso muchísimo mayores porque existen relojes de 30.000 euros, aunque parece que no mataron una mosca y se comenta que hay quien recibe cuatro o cinco ejemplares todas las Navidades. Total, una atención. Pero no, compañeru, un escándalo superlativo.
En todo caso, como se ve con el mandatario vigués, el precio es lo de menos porque la honradez no depende de mil euros arriba o abajo.
La trama jamonera, con fuerte desarrollo navideño y muchas cestas y regalos propios de esas fechas, está ahí a disposición del primer juez que decida hacer justicia. Elemental. De igual manera que se imputa al alcalde gallego Abel Caballero se puede proceder contra los 800 supra indicados que, además de figurar en la lista, deben dar un pestazo a jamón altamente delator. Venga, a ver quién se anima.
