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Cien líneas

Rivera o Sánchez

Las tan manoseadas combinaciones binarias dan paso al mundo ternario

Vamos a un tripartito. O si se quiere a un trilobites porque mira que unos y otros son arcaicos. Me lo decía el otro día un amigo. Las combinaciones binarias han pasado a la historia.

El poder es de los centristas. Siempre ocurre. Así que hay que rastrear esa posición con vistas al 20-D. Por cierto, que si el 20-N de 2011 fue la fecha del triunfo del PP y correspondía, muchos años después, al día de la muerte de Franco, José Antonio y Durruti, el 20-D que se avecina se enlaza con la muerte de Carrero, cuarenta y dos años después. Primero fue ZP y ahora Rajoy. Qué extrañas recurrencias históricas. ¿Alguien tiene una teoría al respecto?

El PP por mucho que haga nunca va a ser centrista. No hay nadie a su derecha aunque no sea ni remotamente un partido de extrema derecha como dicen sus rivales. Mas bien es una formación socialdemócrata, pero esa es ya otra cuestión. Lo que cuenta es que por razones cuasi geométricas no puede ser centrista.

El PSOE sí puede ser centrista. Ya lo creo. A un lado Podemos y al otro, Ciudadanos. No es fácil mantener semejante equilibro pero seguro que ya lo están acariciando.

Más sencillas son las opciones de Ciudadanos: a un lado el PP y al otro el PSOE. Rivera es tan encantador como manejable de manera que es verosímil que llegue a la Moncloa con apoyo de conservadores -en realidad, socialdemócratas como apuntaba antes- y socialistas. Una simpática manera de disfrazar el PPSOE que todo lo puede con su permanente juego de manos.

El quehacer de Rivera sería elemental: la hoja de ruta de ZP que ha respetado y seguido al pie de la letra Rajoy.

Dicho de otra manera: que cambie algo para que todo siga igual.

El mundo binario ha muerto y no hay más tripartidos, explícitos o enmascarados, que los apuntados. Conclusión: el turrón para Pedro Sánchez o Albert Rivera. A ver cómo se las arregla Gallardón para meter la cabeza.

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