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Sol y sombra

Aznar acusa

El conflicto entre el expresidente y Rajoy requiere un análisis retrospectivo suplementario

Aznar acusa al Partido Popular por no estar a la altura de las circunstancias. Puede que tenga razón en muchas de las cosas que dice y, sin embargo, nadie debería abstraerse de ver en el expresidente del Gobierno el pecado original. Si los populares arrastran la vergüenza de la corrupción, olvidarse del tiempo en que se incubó el huevo de la serpiente que trajo los Gürtel y demás familia significa poco menos que no entender la historia. Bárcenas somos todos si ese todos incluye a Aznar. Rato, también. No sé si me explico.

El permanente conflicto entre el expresidente y su exdelfín, Rajoy, requiere un análisis retrospectivo suplementario. La pregunta de Aznar de por qué el electorado de centroderecha ha preferido a Ciudadanos en las últimas elecciones catalanas tiene sus respuestas en los errores del presente pero también en el lastre heredado del pasado que no deja de pesar sobre las conciencias. Del mismo modo que el desgaste ante la opinión pública del partido del gobierno no se produce únicamente por la pulsión pasota de Rajoy sino por la película que en los últimos años ha ido transcurriendo por delante de los ojos de los españoles y cuyo guión empezó a escribirse durante el aznarato.

El deterioro del PP pertenece en gran medida a una falta de reacción ante los escándalos y también a la insistencia en ponerse de perfil en ciertos aspectos que definen a la derecha. Los duros ajustes sociales han pasado factura pero, a la vez, se han diluido en la supervivencia de la economía de un país que se mantuvo en los primeros dos años de esta legislatura y los últimos de la anterior con el agua al cuello.

Pero la reacción estratégica que pide Aznar públicamente, a dos meses y medio de las elecciones, equivale a matar moscas a cañonazos. Debilita al partido de Rajoy, que cree que el espacio por conquistar de Ciudadanos es suyo cuando ha rehusado a defender ciertas parcelas innegociables para su electorado.

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