La Nueva España

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Socia de Compromiso Asturias XXI y consultora senior especializada en nuevas tecnologías

Ayudar a hacer un mundo más coherente

De tecnologías de la información a tecnologías de la comprensión de la sociedad

Existen muchas definiciones de las tecnologías de la información, y el impacto de éstas en nuestra sociedad no deja indiferente a ningún asturiano.

Las tecnologías de la información no son sólo infraestructuras, ni servicios aislados, ni únicamente personas especializadas. Son un conjunto de todo lo anterior, que tienen como objetivo prioritario aportar valor a la sociedad. Flexibilidad para adaptarse a un mundo cada vez más complejo y evolutivo. Fiabilidad para un mejor conocimiento de la misma. Fidelidad con espíritu crítico y de mejora por parte de cada uno de sus integrantes, y siempre desde un enfoque de unión, creando sinergias con aquellos elementos indiscutiblemente importantes de nuestro día a día.

Es un arte que ha evolucionado desde un grupo de ingenieros, hablando en lenguajes ininteligibles, ajenos a la sociedad. Pasando por unos cuartos oscuros, llamados procesadores de datos, con inmensas máquinas e ingenieros especializados, que bien podrían recordarnos al foso de las orquestas donde cada una de las piezas son fundamentales para el funcionamiento global del conjunto, pero ninguna de ellas destaca de forma aislada.

En la actualidad, estas tecnologías han dejado de ser las protagonistas de esos cuartos oscuros, y han pasado a ser integrantes del negocio; piezas que ayudan a completar las diferentes partes de las sociedad, con el fin de incrementar y transformar la misma. Han pasado a dar un valor diferencial y único, donde se integran en el Know-How de su conjunto.

Desde mi experiencia en el exterior, y trabajando en diferentes países, este valor de la tecnología no es intrínseco. Su valor reside en la correcta adaptación de las tecnologías a las necesidades de la sociedad. Primero debe existir una labor de comprensión y adaptación; más tarde, de planificación y, por último, de integración. A modo de ejemplo podemos citar diferentes áreas donde la tecnología ha sabido comprender las necesidades de la sociedad.

La Administración pública, que ha utilizado la tecnología para mejorar su productividad y simplificar procesos del día a día, ofreciendo servicios para la propia organización, transformando las oficinas tradicionales en innovadoras oficinas electrónicas. Habilitando nuevos medios de comunicación con terceros agentes, ciudadanos y empresas.

La banca, a través de su incremento de porfolio de productos con nuevos canales de acceso, que hacen más cómodo el operar a sus clientes. Facilitando la gestión y transformando de los diferentes modelos negocio a los diferentes países y mercados.

La educación, con plataformas interactivas, flexibles y que captan la atención de estudiantes y hacen que el personal del profesorado potencie su valor y llegue a infinidad de potenciales alumnos. Eliminando las posibles barreras de tiempo, espacio y/o capacidades.

La sanidad, aportando servicios como la telemedicina, la hospitalización a domicilio, que traspasan barreras físicas. Humanizando, renovando y mejorando las relaciones entre paciente-médico, médico-médico y médico-gestor. Mejorando procesos asistenciales, los mecanismos de comunicación y seguimiento de profesional-paciente y agilizando los trámites burocráticos.

En todos estos ejemplos, las tecnologías han actuado como motor de la sociedad; como arte, que acerca y permite adaptarse de forma rápida y controlando la velocidad de vértigo de la transformación. Como acelerador hacia la madurez y el equilibrio del mundo en el que vivimos. Actuando de catalizador, de reductor de las diferencias sociales. El objetivo de las tecnologías no debería ser otro que el de ayudar a hacer un mundo más coherente; donde los recursos, a pesar de ser limitados, se pueden compartir, y donde esta compartición de recursos sea aprovechada para cubrir las necesidades básicas y avanzadas en todos los extractos de nuestra sociedad.

Debemos tener los ojos bien abiertos a estas nuevas tecnologías de la comprensión del mundo en el que vivimos. Que hacen que los "drivers" de la sociedad sean más perceptibles y más adaptables. Y que hacen que la tecnología se humanice y se sensibilice con los problemas del día a día de la sociedad.

Terminando con unas palabras pronunciadas por Kofi Annan en su discurso inaugural para la WSIS de Ginebra de 2003:

"Las tecnologías de la información y la comunicación no son ninguna panacea ni fórmula mágica, pero pueden mejorar la vida de todos los habitantes del planeta. Se dispone de herramientas para llegar a los Objetivos de Desarrollo del Milenio, de instrumentos que harán avanzar la causa de la libertad y la democracia y de los medios necesarios para propagar los conocimientos y facilitar la comprensión mutua".

Asturianos, os invito a que, día a día, demos un nueva visión, una nueva perspectiva y una nueva oportunidad a entender estas nuevas tecnologías de la comprensión de la sociedad.

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