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¡Zumbad, políticos, zumbad!

Se extiende la pasión de los representantes de los ciudadanos de aquí y de fuera por el baile

Ahora que a los políticos les ha salido la vena bailonga, chicos, lo tenemos a güevo. ¿Qué haremos con los políticos que pasan a la reserva y que tantos cuartos nos cuestan? Agotadas las sustanciosas plazas en los consejos de administración, dado el overbooking en la Cámara alta tras las incorporaciones de Rita Barberá y sus mariachis, de otro lado la banca ha quedado escaldada con los trasvases de honorables que se zambulleron desde la cosa política, y sacar de la manga, con la que está cayendo, poltronas para políticos oxidados se mira ahora con muy malos ojos y de la teta de la vaca ya no sale ni patacón. ¿Entonces? ¡Chupao! Fíjense y verán, no es raro el día que no salga por la tele un político bailongo. No es por casualidad, amigos, qué va, pues se dejan ver en la tele, previo ensayo en su salita de estar con la "zumba wii" de Nintendo, y aunque bailan que da pena, para una coreografía de fiestas patronales van que chutan. Ellos iban a disfrutar de lo lindo y los ciudadanos nos ahorraríamos un pastón. Doscientos euros por pase y a otra cosa.

Vistas las pruebas, sin lugar a duda el mejor bailarín es Barak Obama, mueve la cadera a derecha e izquierda con ritmo y salero, luego, esa sonrisa congelada, casi seña de identidad del hombre de la Casa Blanca, que lo mismo le vale para los pasitos de la zumba que para zumbar a los afganos. Un tipo genial. Lo propongo para "coach" del equipo. Y a su señora Michelle, ¡qué estilazo!, le encargamos el vestuario, siempre elegante y recatado. Para el baile regional, escolta nen, todos hemos visto bailar la sardana a Raül Romeva, el "revoltoso", no lo borda, ni mucho menos, pero al menos encargándole esta sección estaría ocupado en otras cuestiones, aunque el drama será que con la gracia que pone en la danza veremos que la muñeira y la jota se destinarán a los entierros. Con Pablo Iglesias, por lo que le vimos en una especie de a la conga de Jalisco, si es capaz de sincronizar con sus correligionarios y se aprenden los pasos de la yenka, se acuerdan, derecha, izquierda, adelante y atrás, un, dos, tres, pues animarán la fiesta de la confusión y los pactos para disfrute de los no castados. Hombre, hombre, y ¿qué me dicen de Miquel Iceta tras la grandiosa interpretación de baile discotequero de la mano de Thais Villas? El socialista logra un sincretismo entre el bajito y regordete de los "Blues Brothers" y una animadora de los Chicago Bulls. Espero que Obama reconozca su arte y lo coloque en primera línea. Y también en esa línea, cómo no, ¡tachín, tachín y tachín!: ¡Soraya! Un descubrimiento sin precedentes del Pablo Motos. Consigue nuestra vicepresidenta un baile de diseño, medido, controlado, sin aspavientos, triangulando pelota y sonrisa profident. Obtendrás, niña, más votos con tu baile que con la Reforma Laboral. Haznos caso.

¿Y doña Esperanza Aguirre y su chotis? Miré, dejemos a la juventud que baile.

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