Como ciertas corrientes políticas vuelven a poner en jaque el Día de la Hispanidad -por cierto, con ocupación turística casi total en Asturias-, o los "fastos" de desfiles y recepciones, o la Casa del Rey, o etcétera, nos vemos obligados a ejercer un cierto contrapeso ya que "basta un loco para tirar una joya a un pozo, pero quizás no basten 20 sabios para sacarla". Por tanto, nos disponemos a "alabar candelas encendidas", como decía Ignacio de Loyola en el sentido de que había cosas de la Iglesia que le repateaban, pero consideraba más razonable no meterse con la tradición e innovar en otras direcciones. Así pues, alabamos la Fundación Princesa de Asturias, y lo hacemos incluso por su etiqueta "CeroCO2", es decir, que la institución envía dinero para la conservación de la Amazonía peruana en Madre de Dios (donde existen misiones fundadas por los Dominicos, entre ellos algunos asturianos, como el gran Apaktone, José Álvarez). Dicha donación sirve para compensar-expiar la "huella de carbono" que deja la celebración de los Premios. Por ejemplo, el cineasta Francis Ford Coppola recorrerá unos 18.000 kilómetros en avión desde Los Ángeles hasta el Reconquista. Según algunas calculadoras que hay en internet, tal viaje en vuelo comercial supone la emisión de entre 4.500 y 6.500 kilos de CO2, Pese a que dichas páginas de cálculo son ciertamente imprecisas, sí indican que por cada 500 kilos de CO2 emitidos hay que plantar un árbol. Ahora bien, es posible que Coppola alcance Asturias en avión privado, con lo que el consumo de keroseno ha de ser mucho menor que el de uno de esos monstruos de los vuelos transatlánticos. Esto hace disminuir la "huella de carbono" del genial director, pero en su contra está la posibilidad de que los Coppola acudan en clan a Oviedo. Recuérdese que hay muchos Coppola: Carmine, Román, Sofía o Talia Rose (Talia Shire)... Eso sin contar a Nicholas Kim Coppola, el sobrino -más conocido como Nicholas Cage-, o sin sumar todo el árbol genealógico viviente en Italia. Por tanto, los Coppola tendrían que plantar un montón de árboles a los Dominicos del Perú, pero eso ya se lo resuelve la Fundación Princesa de Asturias. Suponemos.
