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Independentistas infiltrados

El favor que la justicia española y su fiscalía le están haciendo a Artur Mas

Baño de masas a la puerta del juzgado y discurso épico a continuación. Previsible y previsto. La justicia española y su fiscalía están infiltrados de independentistas. En concreto, de independentistas convergentes. En caso contrario no se entiende el favor que le están haciendo a Artur Mas y a sus esfuerzos para continuar en el cargo de Presidente de la Generalidad.

Primero fue la decisión de presentar la querella, seguida de su admisión a trámite. El 9-N había sido un gran lío que había enfrentado a los diferentes grupos soberanistas y evidenciado sus problemas de desunión. El resultado de la consulta, propaganda al margen, estaba lejos de poder considerarse satisfactorio: con el número de votos recibidos no se garantizaba la victoria de la independencia en un verdadero referéndum. Pero entonces apareció la fiscalía con su querella, y Mas pasó de líder cuestionado a mártir perseguido por la causa del "proceso". Bingo.

Alguien, en los tribunales, vio las cosas claras e hizo todo lo posible para retrasar las citaciones a Mas, Ortega y Rigau hasta después de las elecciones catalanas. Pero mientras tanto, los infiltrados conseguían que otra gente presionara para acelerar el curso de los acontecimientos procesales. No fuera que los catalanes se olvidaran de que su líder era perseguido y le dejaran de arropar en la hora difícil en que debe pactar la presidencia con unos chicos antisistema que no le quieren ahí.

El último triunfo de la infiltración independentista ha sido conseguir que citaran Mas declarar justamente el 15 de octubre, fecha en que se cumplían los 75 años del fusilamiento de Lluís Companys, el presidente mártir. La injusticia contra Companys y la injusticia contra Mas en la misma agenda informativa: genial. (Además, el palacio de justicia está situado en la avenida Companys). La futura República Catalana deberá condecorar a estos infiltrados, aunque sea con una estrella anónima en un muro de mármol, como a los agentes de la CIA.

Podría parecer que Mas corre un gran riesgo penal. No exageramos. A la velocidad de la Justicia española, y a la de este sumario en particular, antes de que se dicte sentencia puede haber pasado una de estas dos cosas: o Mas ha conseguido navegar hasta Ítaca y Cataluña es un Estado independiente, fuera del alcance de los tribunales españoles, o ha fracasado en este intento y ha acabado dejando la política, de manera que le importará un bledo que le inhabiliten.

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