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Javier Morán

El cormorán

Javier Morán

Lucha de laringes

Partidarios y detractores de los premios "Princesa" y la auténtica fuerza estratégica

En nuestra vecina, benemérita e invicta ciudad de Oviedo se está preparando para mañana viernes, jornada de entrega de los premios "Princesa de Asturias", una confrontación formidable entre partidarios y detractores a las puertas del Teatro Campoamor. Hemos de suponer, y esperar, que dicha conflagración se mantendrá como una pelea o choque de laringes, que podrán estar acompañadas de palmas -por una parte-, o de puños en alto, por la otra. Por tanto, no creemos que la cosa pase a mayores, pero incluso ese básico espectáculo de ruido y furia será digno de ser contemplado. Además, tenemos la agravante de la localización de dichas fuerzas. Los partidarios, que han recolectado 5.000 firmas, se proponen estar a las puertas del Hotel de La Reconquista, exaltando a premiados, invitados y Reyes. No obstante, parece ser que la Junta Local de Seguridad -la inteligencia del orden, con el Delegado del Gobierno al frente, Gabino de Lorenzo-, les va a pedir que dúctilmente se distribuyan desde dicho Hotel hasta el Campoamor, por Toreno y Uría, en el camino por el que discurren las comitivas. Evidentemente, si los defensores de los premios formaran una gran multitud, su fuerza conjunta podría abrazar tanto en el Reconquista a sus defendidos que ahogasen su circulación. Por tanto, mas conviene que se distribuyan. En cuanto a los detractores, que la noche antes tienen previsto celebrar una religiosa vigilia de la dignidad y el día de autos se reunirán en un ágape fraterno para que sus laringes, bocas y brazos reciban el alimento suficiente, serán "contenidos" -dice la inteligencia- en la plaza de La Escandalera. En medio, las bandas de gaitas, que por su naturaleza intrínseca y la gran producción de decibelios formarán tal barrera sónica que cuando accedan al Campoamor los carruajes de premiados y Reyes aminorarán todo ruido circundante, sobre todo, el de las laringes en lucha. Las gaitas son la verdadera fuerza estratégica.

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