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Javier Cuervo

Un millón

Javier Cuervo

Concha de Mascherano

Mascherano, otro argentino del Barça, se juega el partido contra el Real Madrid por una concha de allá invocada acá. Esa concha no es la de San Sebastián, ni la de Mariano, ni la de Víctor García de la. Es la concha Argentina, lo que en España llamamos coño. Se trata del "coño" teórico de cuando exclamamos "¡coño!" sin voluntad de género, sin afán de discriminar ni de dar visibilidad, como podríamos decir "cojones", por decir algo que con su malsonancia expulse una frustración a la que "¡cáspita!" se le queda corta. El problema es que la concha en boca de Mascherano era la de una hermana y eso despertó suspicacias familiares. La mirada del jugador hacia el equipo arbitral no dejó claro a qué hermana se refería y eso implicó a más familias. El acta del árbitro señala que iba por una concha de la familia del linier pero escribe que la expresión fue "la concha de tu madre" contra lo registrado en las grabaciones.

Los futbolingüistas más neutros alegan que son expresiones argentinas que no significan nada, como "caramba carambita carambirurí". Otras escuelas han querido hacer ver que se trata de expresiones de tipo admirativo (lo que sí daría pie a pensar que Mascherano quería referirse al sexo de una hermana o una madre concretas y que tenía motivos para hacerlo).

La concha de Mascherano no dice gran cosa del defensa: juegan tensos, no están en una clase de Historia en Oxford, el habla del estadio no favorece la represión... ni siquiera es infrecuente acordarse de esas cosas entre varones cuando están excitados y en calzoncillos. La gilipollez es supina pero la finura expositiva de algunos medios de comunicación y el rigor procedimental que exige el Barça nos llevan a esos grados de sutileza eclesiástica que se alcanzan cuando algo puede traer consecuencias contra nuestros intereses. Cuánto interés son capaces de mostrar algunos periodistas deportivos. Podrían pasar a la sección de política.

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