Gijón estrenó mandato municipal el 13 de junio. La ciudad, metida ya de lleno en el otoño, que desde siempre se ha considerado la estación de inicio del curso político, va a afrontar semanas de enorme importancia para el devenir de su primera institución, el Ayuntamiento. En una ciudad-estado como es Gijón, lo que suceda dentro de las consistoriales es de una relevancia indiscutible. Tras el resultado de las elecciones municipales del final de la pasada primavera, los partidos se realizaron a sí mismos llamamientos al diálogo, más necesario que nunca por el reparto de fuerzas en la Corporación.

A lo largo de estos meses gobierno local y oposición han ido marcando sus espacios propios y organizando sus trabajos. Como elemento singular se llegó a un gran pacto entre los seis partidos con representación en el Ayuntamiento de Gijón. Foro, PSOE, Xixón Sí Puede, PP, IU y Ciudadanos sacaron adelante un plan de choque social destinado a los gijoneses más vulnerables tras años y años de crisis económica. Sobre la mesa se pusieron diez millones de euros para proyectos que ahora empiezan a tomar forma, como son la línea de subvenciones para pagos de consumo energético, reparto de material escolar y demás ayudas. Queda pendiente cerrar el acuerdo en las bases del comprometido plan de empleo. Alcanzar consenso para ayudar a los más necesitados no es tarea difícil porque no hay partido que se oponga a tales medidas, y menos si hay dinero, como es el caso del municipio.

La capacidad de llegar a acuerdos de los políticos gijoneses se va a empezar a ver a partir de ahora porque han de tramitarse tres asuntos de enorme relieve para la ciudad ante los que cada grupo tiene un planteamiento ideológico, un modelo de ciudad, una forma de pensar y también una estrategia electoral, a escasas semanas de los decisivas generales del 20 de diciembre próximo.

Vienen tiempos en los que se va a apreciar con toda claridad qué capacidad de diálogo tienen unos y otros, cómo se va a inclinar la balanza hacia uno u otro lado o qué cesiones se hacen para tejer alianzas. La responsabilidad es de todos, aunque la mayor corresponde al equipo de gobierno, que lidera Carmen Moriyón.

Los tres temas cruciales son el plan de vías, el Plan General de Ordenación (PGO) y los presupuestos para el próximo ejercicio. El plan de vías parece que sale de la vía muerta en la que estuvo aparcado durante años. La convocatoria del consejo de administración de Gijón al Norte, en el que tienen representación Foro, PSOE y Xixón Sí Puede, va a ser un escenario ideal para comprobar si cada partido acude sus ideas o si llevan a la mesa una postura conjunta.

El Plan General, tumbado en su día por los tribunales, está de nuevo en marcha. Los grupos llevan semanas con reuniones informativas en las que los redactores explican los detalles. Llega el tiempo de cerrar los planos, con muy poco margen para marear la perdiz.

Los presupuestos provocan un debate anual. El Ayuntamiento, sus empresas y sus organismos autónomos mueven 300 millones de euros, una cantidad muy importante.

Los políticos gijoneses tienen ante sí tres ocasiones claras para trasladar a la ciudadanía que la nueva política ha llegado. Tres desafíos para ellos y para Gijón.