En sus "Memorias de Guerra" Manuel Azaña escribe de Companys, Aguirre y demás harka separatista: " Y si esas gentes van a descuartizar a España prefiero a Franco. Con Franco ya nos entenderíamos nosotros, o nuestros hijos o quien fuere. Pero esos hombres son inaguantables. Acabarán por dar la razón a Franco. Y mientras, venga poderes, dinero y más dinero".
En lo que había dicho previamente José Calvo Sotelo: "Prefiero antes una España roja que una España rota". Atención, lo asesinaron precisamente los rojos, la escolta de Indalecio Prieto por más señas, que, ya ven, sigue teniendo calle en Oviedo.
Dinero y más dinero. Poderes y más poderes. El negocio de la fuerza y la fuerza del negocio. ¿Y si Marx tenía razón?
Como los malos estudiantes que se ponen a los libros el día antes de examen, la dirigencia española toca a rebato porque teme que Cataluña se vaya. La verdad es que hace tiempo que ha dejado de formar parte de España, pero eso un abogado del Estado, un juez, un notario y no digamos un registrador son incapaces de entenderlo.
Reunión de Rajoy con Sánchez para pedirle ayuda. Pero, hombre, si el Molt Honorable Senyor Ximo Puig i Ferrer, presidente de la Comunidad Valenciana -del PSOE, claro-, se negó hace nada a apoyar una declaración en favor de la unidad de España.
Reunión con Rivera. Pero, demonios, si es el pilar del PSOE en Andalucía, do mora la mayor bolsa de corrupción de Europa.
Reunión con Iglesias, ¡ah!, jefe de la fuerza de choque de los multimillonarios catalanes que llevan a las órdenes de París desde el 98.
(Para la terapia de esta semana se recomienda vivamente la sardana "La santa espina").
