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LNE FRANCISO GARCIA

Truhán y señor, genio y figura

Murió, supongo, esbozando una sonrisa; ideando una penúltima maldad que llevarse a la cuartilla, rescatando del baúl de los años una postrera ironía. Se nos ha ido Ladis, Ladislao de Arriba, escritor y escribiente, truhán y señor, genio y figura. Ladis le dijo una vez a su amigo Víctor García de la Concha que al final de su vida un ateo empecinado como él había acabado haciendo migas con sacerdotes en Gijón, con Bardales, José Luis, Novalín o Gómez Cuesta. Y el que fuera director de la Real Academia Española le respondió: "Hay que ver, de joven siempre con tangueras, y de viejo rodeado de curas". Así era Ladis, nuestro Ladis, seductor Mañara y nonagenario, Bradomín en su sonata de otoño definitivo, actor de cameo y noctámbulo del Bocaccio... Un "vago integral", según retrato propio, que se mantuvo al pie de la máquina de escribir hasta casi sus últimos días. Descanse en paz y torne para siempre su memoria a su Gijón del alma.

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