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España 007

Rodríguez, Julio Rodríguez. Y Tania, de Moneypenny. ¿Alguien se cree que un teniente general, que hasta hace solo cuatro años era el jefe de los Ejércitos españoles, puede apuntarse a una lista de perroflautas sin permiso, que digo permiso, orden directa del Pentágono?

La última película del agente secreto corre por el filo de la dialéctica entre Estado y mercado. Como el director Mendes es un pijo progre, maneja el viejo discurso: el Estado es bueno y el mercado, malo. Para próxima entrega no habrá dudas. En España nos vamos a adelantar a Hollywood. Y es que estamos en vísperas del triunfo del SIR. De eso tratará la siguiente entrega de la saga Fleming generalizando para el planeta. El SIR, como saben, es el modelo trilateral que va a gobernar tras los comicios: Sánchez, Iglesias y Rivera. O sus segundos espadas. Vicepresidente primero, encargado de la Economía, Luis Garicano, de la London School of Economics y vicepresidente segundo, encargado de la Defensa, Julio Rodríguez, del Pentágono. ¿Y Sánchez? Elemental: ala-pivot de la NBA.

El programa de Gobierno tiene un solo punto: acabar con el Estado para que triunfe el mercado. Es lo que dicta Spectre. La secuencia se dispara mañana, con la declaración -consentida por todos- de independencia de Cataluña y a cargo de un parlamento perfectamente democrático y culminará con la nueva Constitución, también perfectamente democrática. De la ley a la ley, como dijo aquel 007 Fernández-Miranda.

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