Como temíamos, el plan de vías y estaciones de Gijón se nos ha quedado casi cogido con alfileres y a merced de lo que suceda en las urnas del 20 de diciembre. Y como ya venía arrastrándose desde hace días, los socialistas de la municipalidad y de la principalidad -la consejera Belén Fernández y el edil José María Pérez-, salieron de la reunión con la ministra Ana Pastor echando las muelas, pero la solidez de sus argumentos es diversa, ya que va desde la rabieta hasta la crítica con fundamento. Por ejemplo, decíamos que Belén Fernández se lamentaba de que Pastor hubiese traído únicamente a Gijón un "Power Point". Esto tiene algo de miga, pues equivale al pase de diapositivas de los tiempos antediluvianos. O sea, que antes decían: "Os paso unas diapos", y ahora: "Ahí va un Power Point". Pero sucede lo que con el papel, es decir, que el "Power Point" lo aguanta todo, y también las cábalas, las ficciones o los sueños. ¿Cuántas veces no habrá pasado la consejera Belén Fernández un "Power Point" con desigual fortuna? Aquí tenemos la mala costumbre de coleccionar cosas de esas, o infografías, esto es, dibujinos sobre el futuro de las ciudades, y si nos pusiéramos a buscar en el archivo personal lo más reciente que encontraríamos salido del departamento de doña Belén serían los bocetos sobre el futuro de la parcela del antiguo HUCA, en Oviedo. En fin, en todas las casas cuecen habas. Pero, salvada esta curiosidad, el plan presentado por Pastor merece atención en dos aspectos principales: la pasta que tiene que apoquinar cada parte y la dependencia del asunto del ajedrez postelectoral venidero.
