Otro plazo. Otro más para la variante ferroviaria del Pajares. Ahora dicen que la inauguración se retrasa más de un año sobre las fechas actuales. Así como Aquiles nunca alcanza a la tortuga, según la aporía de Zenón de Elea, esa vía de comunicación astur leonesa jamás será completada y si no se completa no existe como alta velocidad aunque los de siempre viertan toneladas de camelos.
Señores, los trenes ya circulan por esta vieja piel de toro por encima de los 300 kilómetros por hora, que son las velocidades del siglo XXI, mientras que nuestro patético tren burra continúa arrastrándose en los estándares decimonónicos: a 60 kilómetros por hora, y gracias, por las rampas del Pajares. A la hora de votar el próximo 20-D, el maltrato ferroviario puede ser una guía muy objetiva.
Veamos. No al PSOE que un millón de veces negó la Variante; no a Ciudadanos que se ha opuesto, así, por las claras, a la alta velocidad salvo en Cataluña ¡dónde ya la tienen!; no al PP que procrastina la obra sin ningún rubor; no a Podemos que detesta los adelantos del capitalismo y prefiere el carru vaques al avión, tan contaminante en sus delirios; no y mil veces no a ese negro abanico aunque tal negativa sea un puro brindis al sol.
Ni vale lo que hay ni la falsa renovación porque el economista Garicano o el general Rodríguez son tan de la casta como el registrador Rajoy o el ala-pivot Sánchez.
Que no te engañen, amigo lector. El nuevo plazo para la Variante no incluye uno de los túneles ni el tramo de La Robla a León. Mentiras y más mentiras.
