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Javier Morán

El cormorán

Javier Morán

¿Y el Ejército?

Como era de temer, el autodenominado Estado Islámico, o Daesh, o Isis, ha vomitado el folio en el que reivindica los atentados de París. Ideas: 1) Se acometieron durante el partido Francia-Alemania, "países cruzados"; 2) En la sala Bataclan se reunían "cientos de idólatras" en una "fiesta de la perversión"; 3) "El elogio y el mérito -de atentar- pertenecen a Alá"; 4) "Éste es un aviso para los que quieran meditar y aprender las lecciones"; 5) París es "la capital de las abominaciones y la perversión que porta el estandarte de la cruz en Europa"; y 6) "Sentiréis miedo de ir al mercado". Esto del Daesh es la verdadera abominación de la desolación, pero veamos cómo se visualiza desde el otro lado, el nuestro. El presidente francés, François Hollande, ha hablado de que el "Ejército yihadista ha perpetrado un acto de guerra contra Francia". A este socialista, que debe de ser una excepción, ya le han llovido las críticas por la afirmación. El mundo, sobre todo el "progresista", se ha vuelto tan idiota que la palabra "guerra" causa alarma. Claro que lo que aterra es que alguien hable de guerra en nuestra tierra y continente, mientras que los conflictos en otro lugares lejanos produce indiferencia. Pero "guerra" no significa únicamente campos de batalla. Significa defensa activa. Otro socialista, el presidente del Principado, Javier Fernández, ha hablado de que el atentado "vuelve a demostrar la vulnerabilidad de nuestras sociedades" y que es preciso "estar todos juntos para responder al desafío del terror en nombre de la democracia y de nuestros valores". Vale, pero ¿dónde está el Ejercito de Europa? De Alá y religión hablaremos en otro momento.

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