La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Javier Morán

El Cormorán

Javier Morán

Notoria elegancia

Con notoria elegancia, el portavoz de Xixón Sí Puede en el Ayuntamiento, Mario Suárez del Fueyo, acaba de manifestar que "hemos cometido un error gordo y grave, y cuando uno se equivoca tiene que asumirlo". Lo dijo al retirar la propuesta de cambiar el nombre de la calle de La Merced por el del alcalde José Manuel Palacio. Del Fueyo también ha dicho que "actuamos de buena fe, pero entendemos la reacción lógica y justa de los vecinos". Hombre, es un error, pero no tanto como para elevarlo a "gordo y grave". Hay cosas más gordas y graves que se han perpetrado en Gijón, por ejemplo, haberle cepillado todo vestigio de su patrimonio industrial (que es un elemento de la historia, al igual que el nombre de las calles); o haber dejado a la ciudad sin Plan General de Ordenación (PGO) en dos ocasiones, y la segunda con alevosía; o haber deformado la Universidad Laboral mediante caprichos arquitectónicos, o etcétera. Todo eso ha sucedido en años pretéritos y nunca ha sido remediado, mientras que corregir un error, aunque sea nominal, honra a quien rectifica. Además, es creíble que la formación de Suárez del Fueyo actuó de buena fe y con un fin recto, pues Palacio no tiene -entre quienes fueron los suyos al principio-, quien le escriba la placa de una calle o avenida merecida. Foro lo intentó con la Avenida del Llano, la cual, si bien fue trazada y nombrada en un recentísimo 1990, da cobijo a multitud de vecinos que rechazaron el cambio. Ahora, para cerrar este largo capítulo de intentos hay que fijarse en los espacios del plan de vías.

Compartir el artículo

stats