Por fin hemos podido ver unos bocetos de la futura estación intermodal de Gijón, reubicada junto al Museo del Ferrocarril. Decir "futura estación" es todavía una expresión muy comprometida, pues dependerá del tablero electoral posterior al 20-D, es decir, que si el PP continuara gobernando, sólo o con aliados, caben dos posibilidades: que Fomento mantenga lo propuesto en estas últimas y aceleradas semanas, o, por el contrario, que vuelva a vacilar y a vacilarnos, algo que ha puesto en práctica asiduamente durante cuatro años. Esto es así de duro, pero se trata de un partido fogueado en el despiste. La otra posibilidad es que Rajoy se convirtiera en el único presidente de la democracia que sólo ha gobernado durante cuatro años el país y que, por tanto, se instale en la Moncloa otra fuerza. Si esa fuera el PSOE, también solo o en compañía de otros, podemos estar seguros de que el plan de vías y estaciones sufrirá apreciables transformaciones. Otra variable de todo esto es el papel que adopte Ciudadanos, que podría ser de coaligado en alguna modalidad con el partido gobernante, o de caminante en solitario. Intuimos, pero muy levemente, que esta formación querrá volar a solas, pero si sucediera lo contrario tendría su cuota en el plan de Gijón. No obstante, como Ciudadanos en Asturias es un ente mudo no nos atrevemos a prejuzgar nada. Y volviendo ahora a los bocetos antedichos hay varios aspectos que nos preocupan. El principal es que se nos está omitiendo cuál va a ser el uso del túnel ya perforado, y en qué condiciones concretas. Lo último que se había oído es que Fomento quiere meter en él a FEVE, hoy llamada Renfe Ancho Métrico. En ese caso, en la estación intermodal las vías de la antigua FEVE se tenderán a 21 metros de profundidad, es decir, a siete plantas (de edificio) bajo el suelo. Es una bonita forma de seguir enterrando la veterana operadora ferroviaria de Asturias.
