Que Asturias tenga Presupuestos en 2016 dependerá de lo que decida finalmente Podemos. Es la única opción que le queda al Gobierno socialista. Javier Fernández, a diferencia de lo sucedido hace un año, apostó por un acercamiento a la izquierda, por lo que las enmiendas a la totalidad del PP y de Foro se pueden dar por seguras (juntas o por separado) e incluso es probable una de Ciudadanos.
El Ejecutivo autonómico ha mandado a la Junta General un proyecto ya pactado con IU, a la espera de que el partido que lidera Pablo Iglesias no se oponga frontalmente a él, no lo enmiende en su totalidad y se decante por intentar modificarlo mediante enmiendas parciales.
Los socialistas, con la colaboración de IU, han elaborado unos presupuestos con la mente puesta en Podemos. La gran apuesta es por el gasto social. Falta por saber ahora si Emilio León y el resto de los diputados de su grupo consideran suficiente la propuesta del PSOE y de la coalición que encabeza Gaspar Llamazares o dan luz verde a la prórroga presupuestaria. En todo caso, el partido morado acabará decantándose por una de las dos patas del bipartidismo: si enmienda a la totalidad los Presupuestos se alineará con el PP, y si no lo hace abrirá la puerta a las cuentas del Gobierno de Javier Fernández. Sólo hay estos dos caminos. Justificaciones, muchas, pero vías, sólo estas dos.
No habrá debate plenario de las enmiendas a la totalidad del Presupuesto antes de las elecciones generales del 20 de diciembre. Lo que tiene lógica. Doble ración de electoralismo, en los mítines y también en el Parlamento regional, sería demasiado. Pero ello no quiere decir que cada fuerza política no pueda anunciar su voto a los Presupuestos antes de la llamada a las urnas. Quizá sería aconsejable que lo hicieran, para evitar posibles malentendidos posteriores derivados de los resultados electorales. ¿O no?, ¿mejor esperar para actuar más en consonancia con el 20-D que con el 24-M?
