Solo falta el último reajuste que me parece fácil aunque, según algunos sondeos, no lo sería tanto. Quiero decir que el resultado electoral del 20-D debe arrojar algo así como: PP, 120 escaños; PSOE, 90; Ciudadanos, 60 y Podemos, 40. La idea es que Pedro Sánchez encabece un Gobierno tripartito, con el ciudadano Garicano como vicepresidente primero, encargado de la Economía y el podemita general Rodríguez, vicepresidente segundo para la Defensa. La idea es, claro, de los que mandan y resulta evidente salvo que no se quiera ver. A mi me gusta decir que esos súper mandamases son los Bilderberg pero que conste que es solo un nombre, a saber dónde se cuecen de verdad las cosas. En todo caso, y aunque decepcione a los ingenuos, debo recordar que el resultado depende de muchos factores. Las papeletas son el vector final solamente.
Sí, un Gobierno de Sánchez para seguir la hoja de ruta de ZP-Rajoy. Pero, lo dicho, las encuestas anuncian otros datos. Ciudadanos adelanta al PSOE ¿y si se tuerce el diseño?
El poder infinito del duopolio televisivo es capaz de reorientar las tendencias en un periquete. Pero nunca es bueno jugar con fuego.
Además, el contexto internacional no puede estar más enrarecido. Y con la cuchara en nuestra sopa. Los más descarados, como siempre, son los afrancesados que quieren meternos ya mismo en África y, al día siguiente, agitar el no a la guerra. Los yihadistas también pueden armarla. Y los idiotas, no digamos.
En todo caso no creo que el tripartito programado se frustre. Bueno es el Pentágono.
