La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cien líneas

Soberbia

El carbón es el origen de más del 40 por ciento de la producción eléctrica mundial. Las instalaciones eólicas llegan apenas al uno por ciento. Las solares, un 0,1 por ciento. Bueno, en España tenemos a Abengoa: sin comentarios.

El gas anda por el 22 por ciento y el petróleo, el 4 por ciento. La hidráulica, el 16 por ciento. La nuclear, el 11 por ciento.

Sumemos: carbón, gas y petróleo, el 66 por ciento. Dos tercios del total.

En solo unas décadas o la humanidad perece por el temible cambio climático o de negra hambre.

Si se evitan las emisiones nocivas nos quedaremos sin energía ya que ni el visionario más extremo es capaz de imaginar una sustitución del 66 por ciento de la energía en un periquete que, para el caso, es como decir cincuenta años. Ni la mitad de la mitad de la mitad es verosímil. Sin energía, señores, adiós humanidad o al menos adiós al 90 por ciento de la humanidad.

Y si no se evitan, ya saben lo que a diario nos dicen machaconamente y en especial desde el lunes con París como gran altavoz: los desastres ecológicos serán de tal calibre que aquí no va a quedar ni el apuntador salvo cuatro trogloditas encaramados en cuevas de alta montaña porque las mareas no perdonan.

¿Usted qué cree, amigo lector?

El climatismo, sustituto del endémico socialismo, es una ideología tan poderosa que peca de soberbia y cae en contradicciones insalvables. O muerte por calor y sus derivadas o por hambre y sus secuelas.

A mí me parece que ni lo uno ni lo otro pero solo declararé tal en presencia de mi abogado.

Compartir el artículo

stats