La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cien líneas

Hay dinero

Europa sólo tiene un remedio: EE UU. El tratado de libre comercio que está, dicen, muy avanzado. En siglas, TTIP. Ahí tienen a Draghi y su banco europeo. Sale a la palestra con nuevas inyecciones de nandrolona y el mercado reacciona con lágrimas.

Las versiones oficiales son siempre mentira como el mantra de la falta de financiación que ahoga a las empresas. La verdad es que hay dinero a montones. Por eso Draghi no pasa de la redundancia estéril. Lo que no existen son proyectos fiables.

Por ejemplo, España. Mejora la situación económica y la balanza exterior se pone negrísima. Crecen las importaciones muy por encima de las exportaciones. ¿Por qué? Porque hay dinero pero aquí no se produce nada -o casi- en precio y calidad competitivos. De ahí que las compras se hagan en el exterior.

Nuestro aparato productivo es una birria. Todo carteles, monopolios, tinglados, apaños y mañas. La oligarquía es nuestra cruz. Y encima monta un partido que será árbitro en los próximos años, de manera que ya sabemos lo que va a ocurrir. Todo seguirá igual sin competencia: baja productividad, pésima competitividad y nulo futuro. Eso sí, los beneficios de los oligarcas, por las nubes. La revolución podemita ha quedado en nada. Además, el remedio amenazaba ser peor aún que la enfermedad.

Y en Europa ocurre lo mismo con los matices que se quiera: un continente envilecido por el Estado del bienestar que establecieron los generales americanos en 1945 para frenar a la URSS. No tenemos más salida que volver a pedir ayuda a EE UU y que nos pongan al día.

Compartir el artículo

stats