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Alberto Menéndez

Menos minas y carreteras

Nuevos protagonistas y nuevos argumentos. La actual película electoral asturiana tiene muy poco que ver con la de hace no muchos años. Es como si se hubiera pasado del blanco y negro al color. Sobre todo por una cuestión: por el carbón, por la minería. De ser aspecto fundamental en campañas no muy lejanas pasado el tiempo ha derivado en mero acompañamiento en la actual. Sí, se habla de ella, pero de pasada. Y no deja de tener lógica. No tanto porque el empleo que genera el sector minero haya descendido hasta niveles impensables en la década de los noventa del pasado siglo sin ir más lejos, sino quizás, probablemente más, por los escándalos surgidos en torno al que fuera el sindicato más poderoso de la región, el SOMA, y su líder durante más de treinta años, José Fernández Villa. El PSOE, aquí, está atrapado. Y no va a ser el PP quien vaya a ponerse a hablar de las Cuencas.

Y qué decir de las infraestructuras. La Autovía del Cantábrico (y las comunicaciones por carretera con la Meseta y sus peajes) y la variante ferroviaria de Pajares eran las grandes estrellas en toda discusión electoral de no hace casi nada. Paradójicamente, en esta ocasión, las infraestructuras han pasado a un segundo o incluso tercer plano. Ciertamente, la red de autovías, por fin, es una realidad, a la espera de ver lo que pasa con la de La Espina. Pero el problema de la variante de Pajares sigue persistiendo. Sin previsión real para su apertura. Todo son conjeturas. Así y todo ya no es centro del debate.

Es como si minería e infraestructuras fueran vieja política. Pero no porque así lo quieran los partidos emergentes, Podemos y Ciudadanos. No, los tradicionales, PP, PSOE e IU, también han orillado a las grandes obras y a la minería. A la industria en general, se podría decir. En el debate organizado por LA NUEVA ESPAÑA el pasado miércoles los cinco partidos asturianos con opciones de tener representación parlamentaria tras el 20-D apostaron por otros temas, por la diversificación. Probablemente tuviera mucho que ver que todos los números uno son nuevos en estas lides de encabezar una candidatura al Congreso. Parece que la renovación ha llegado a los debates electorales en Asturias. Por personas y por temas.

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