La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Cien líneas

Variables

El reajuste estaba previsto para el debate del pasado lunes. Había que conjurar la inclemente subida de Ciudadanos o, dicho de otra manera, el patético descenso del PSOE. El orden previsto, desde hace meses, era y es: PP, PSOE, Ciudadanos y Podemos. Así se podría formar el tripartito soñado, el SIR -Sánchez, Iglesias, Rivera- con la Moncloa para los socialistas y las vicepresidencias para el economista Garicano y el general Rodríguez. Pero el tiro del debate salió por la culata. Sánchez en vez de subir, bajó. Y ayer las encuestas situaban al PSOE ¡como cuarta fuerza! El lunes hay nuevo debate pero quizá sea ya imposible el reajuste salvo que en vivo y en directo Rajoy se arroje a los pies de Sánchez, llorando y pidiendo perdón por lo que se tercie. Quizá ni así. ¿Qué Gobierno entonces se puede formar?

No hay duda: PP-Ciudadanos. Pero sin Rajoy. Ni Soraya. Haría y hará falta un Monti al frente de ese bipartito con Podemos agitando la calle como en Venezuela y el PSOE evidentemente traspasando efectivos al partido de Pablo Iglesias II: tendrán que ingresar de uno en uno, con aparatosa reverencia y jurando los principios fundamentales del movimiento chavista. No hay problema, peor fue lo de la OTAN y cómo tragaron.

Un Monti o, mismamente, un Gallardón. En todo caso un Gobierno de corto recorrido y con una meta única: nueva Constitución para que Cataluña se pueda independizar sin problemas y, por lo mismo, entrar en la UE con todos los honores y facilidades. De la ley a la ley, según la doctrina Fernández-Miranda. Qué horror.

Compartir el artículo

stats